“LA INCOMBUSTIBLE SALUD DE ALGUNOS POETAS…”
"Tengo más fe en mi plomero que en el ser eterno.
los plomeros hacen un buen trabajo.
dejan que la mierda fluya".
Charles Bukowski
Sin invitación habéis oído mi soliloquio.
Soportad entonces mi Anatema.
Austin Osman Spare
Un fantasma recorre las páginas de medios culturales…
Una preocupación merodea y salpica las paginas de los nuevos soportes …
Una compleja problemática se ha vuelto trending topic...
La actualidad de la poesía es abordada en los periódicos, los
hebdomadarios, las revistas de la corporación y algunos medios virtuales.
La salud de la poesía…
Y la incombustible salud de algunos poetas…
Preocupados algunos académicos se peguntan por el futuro de
la poesía. Angustiados, algunos escribanos y Tartufos que acaban de salir de la lata, llegan a insinuar que eso de la poesía es una abominación del mal gusto
y demodé. Algunos siameses alados y entrados en carnes, ponen el grito en el cielo cuando ven que algunos especímenes de esa
horda todavía sobreviven en los nichos literarios.
“¿No habían sido destruidos por la plaga?”
“¿Acaso no habían sucumbido a las enfermedades?”
“Pero es que algunos ni siquiera se vacunaron. Malditos
negacionistas y conspiradores. Será posible que todavía estén caminando después
de las dietas brutales de anfetaminas, alcohol y drogas que suelen
administrarse estos señores…los de la poesía, o esa cosa que llaman poesía…”
Y agregan:
“Después de los desenfrenados carnavales sexuales llenos de
aberraciones y libertinajes; de los festines y banquetes de costumbres heterodoxas.
De las prácticas non sanctas importadas de todos los confines de la tierra y
adscritas cierto tipo de filosofías heréticas….
¿Cómo sobreviven a esos aquelarres?
¿Qué comen además de bayas lisérgicas y daturas solanáceas?
¿Cómo se visten?… ¿Compran en Carulla o se aprovisionan en los almacenes del Ejercito de Salvación? Osan transitar las calles como punketos ilustres y parece que son
inmunes al ridículo. ¿Acaso también están blindados contra la descarga
cerrada de la fusilería que viene de nuestras academias?”
Ah…
¡Somos los arcabuceros
del método!
¡Somos los carroñeros del
pensum!
¡Somos los diseñadores
del canon!
¡Tenemos el culo
cuadrado y el escroto perforado!
“¿A qué se dedican?” preguntan en coro…
Y ellos mismos responden:
“Son estafadores, partidarios del librecambismo, escriben en las redes, mantiene
blogs de dudosa reputación, paranoicos zamiszdats, hacen películas
pornográficas, diseñan campañas de fake news, son hackers, piratas
del código…”
“Todo lo rayan todo lo manchan. Son como niños con acuarelas y papeles. ¡Pero si todavía escriben con lapiceros kilométrico y parece que nos los para nadie! También, hay que decirlo… algunos utilizan plumas Parker de oro y de platino. Juro que he visto a uno de estos especímenes sacar una estilográfica Mont Blanc en un exclusivo restaurante y escribir sobre una hermosa libreta de cubiertas de cuero..”
“Pero… ¿Cómo insisten en esa parcela oscura de la literatura?”
“Se auto medican con destilados psicotrópicos que los mantienen
aislados en su nube artificial… (comfortably
Numb). Varios de estos tipos son experimentados psicónautas que enseñan a
la juventud estas tenebrosas travesías; viejos aberrados ídolos de alguna secta
de Cthulhu…”
“¡¿Dónde está la cicuta para ellos?!”
“¿Acaso no fueron expulsados de nuestras ciudades ideales? ¿Acaso
no fueron cancelados y censurados en nuestras asociaciones? ¿Acaso no les aplicamos el Shadow Banning de la corrección política?”
“¿En nuestras flamantes clínicas psiquiátricas no fueron
sometidos a radicales lobotomías, choques eléctricos y atiborrados de
pastillas? Preguntan golems de inmaculadas batas blancas”.
“¿Viven del aire? ¿Fornican en el aire?” Preguntan los neoescolásticos.
¿Acaso, muchos de ellos no fueron exorcizados?”
“¿Capricchi en violines de Paganini?...
¿Sigilos de A.O.Spare en las puertas de sus chozas?”
“¿Acaso, desde los pulpitos de nuestras iglesias no fueron
objeto de severos anatemas?”
“Tienen tratos con demonios y elementales que hablan en la
melodía de su neuma. Sé de uno que conoce las artes del nigromante y habla con el espíritu
de Giordano Bruno. De buena fuente
conozco la historia de otro que, en forma de Íncubo-Súcubo adormeció la lengua a uno
de los nuestros…lamentablemente perdimos a uno de los mejores lingüistas y
hermeneutas de nuestra abadía…traducía el arameo de los palimpsestos en los Rollos de Qumrán y hablaba con
fluidez en varias lenguas muertas y
algunas hasta podridas; decía, no sé si con ironía, uno de sus partenaires más extremos”.
Un burócrata travesti; gorda morsa rosada, más escéptico que indignado, agrega: “¡Bah! son tonterías, dejémonos de supercherías, son una plaga que ya debilitada, no
es invasora…pero debemos ser precavidos, mantienen su osadía… y todavía guardan
ponzoña y veneno en sus diatribas…Sí son peligrosos… Sobre todo los que sabemos…
esos que no juegan a nuestros melodramas
Drag queen de la maldita primavera. Con que gusto se
relamen la sangre en las refriegas…cuchilleros orilleros, peleadores de burdel.”
Y de nuevo se preguntan:
“¿Van a los mismos bares a donde acudimos a embriagarnos?
¿Se acuestan con las mismas cortesanas que nos esquilman?
¿Se llevan a nuestras alumnas preferidas de paseo veraniego
a las islas vírgenes?
¿Trabajan sobre los instintos núbiles de nuestras
elegidas?
Los muy sátiros...
¡Seducen a nuestras secretarias!
¡Miran de reojo a nuestras jamonas esposas!
¡Les miran el culo a nuestras jamonas esposas!
Mientras cantan esa balada de trúhanes irlandeses
inmortalizada por viejo Joyce: La galleta
estaba dura como un mulo, la cecina tan salada como el culo de la mujer de Lot,
¡oh Johnny Lever, oh, oh Johnny Lever, oh!...”
Algunos Señores de columna y críticos de postín
Se preocupan por la salud de algunos poetas:
“Vimos uno que esta re-flaco y parece que aguanta hambre…
Duerme sobre una hamaca y se cubre con un tapete de arpillera…
Y exhala un tufillo de mariguana que le precede…”
Y a otros señores; los que practican la política de profesión y sin remordimiento, acomodados y enganchados como rémoras al buque insignia de la corporación; les preocupa las costumbres licenciosas y las practicas consensuadas en ceremonias privadas que suelen practicar algunos de los integrantes de esa secta cismática:
“Lo vi, con este ojo de vacuno que ha de cortar la navaja del
perro andaluz… ¿Van detrás de ninfas y lolitas con aires de princesas rusas? Uno
va con una modelo veinte años menor… ¿Qué se cree? ¿Acaso la reencarnación del mismísimo
Humbert Humbert navokovniano? ¿Tiene ínfulas de Lewis Carroll con licencia para
acariciar conejitos lisérgicos? Y aquel que practica la fotografía y expone en
algunas galerías ¿de qué va? Acaso se cree David Hamilton con el objetivo de su
cámara empañado en el vaho de su aberración… ¡Escandalo! ya no respetan; pasean
por los parques mostrando ese ondulante y priápico caminar de sátiros victoriosos;
repulsivos exhibicionistas camaleones”.
“Mira… el otro día vi a uno de esos poetas con aire de
beatnik; pasado y repasado en heroína. Legión de los nuevos comensales
invitados al almuerzo desnudo; van en trip con mirada de lunáticos a sus aquelarres de juegos brutales como demonios anarquistas a la caza de un
funcionario…te lo advierto; mantén distancia... son de temer”.
Otros señores…
Los de la rama economista; los keynesianos adocenados…
Los Adammitsonianos…
Tratan de indagar en sus cuentas corrientes:
“No puede ser que algunos no estén ya en la cuneta
¿Acaso ese que ves allí, muy bien vestido, es un poeta?
¿No deberían estar mendicando en la calle cubiertos de harapos?
¡Pero si aquel viste Armani y Balenciaga!
¡Y aquel otro calza botas canadienses muy cool de red camel!
Y ese de allá va con una trench de Burberry
última temporada otoño primavera.
Y ese otro rozagante como atleta… ¿No debería estar ya en el
hospicio? Tienen cuero duro estos sinvergüenzas. Parecen saurios de otra época que
nadan ondulantes sobre el estuario de la cultura…”
Y vuelva y dale:
“¿Son sus amigos los mismos nuestros?”
“¿Frecuentan los mismos teatros?”
“¿Se embriagan con chicha y aguardiente como todos, o con
vinos exquisitos?”
“¿Cómo pueden existir en la infoesfera? ¿Cómo pueden merodear en
la esfera pública, si algunos ya ni siquiera escriben? Se han refugiado en el
bosque Walden con sus perros y sus gatos; y otros más caminan borrachos sobre
estelas, en la mar de los sargazos”.
Señores…
Caballeros…
Citando oportunamente a Groucho:
“Perdone que les llame
caballeros pero es que aún no les
conozco bien”.
Ustedes, ramito de perejil en medio de toda la mierda del mundo...
Diseccionando cadáveres exquisitos en las morgues de la inmortalidad.
No se preocupen por la salud de la poesía y la de algunos poetas; o si
en su parroquia nadie entiende el oficio y las
costumbres de aquellos extraños forajidos. Cada uno se la busca y rebusca
picoteando por ahí, como diría Fiol. Y poco les importa a ellos si el grueso del rebaño Matrix va, o no va, a sus recitales. Además... ¿a cuales recitales?...¿Es que eso todavía...?
La poesía a veces grita; cuando toca. Pero casi siempre susurra. (Tratamos de ser discretos; intentamos ser discretos... Pero como diría Lezama y Piñera...¿Cómo mover la máquina poética sin que chirreen algunas piezas del engranaje?)
Esos lunfardos lunáticos hace tiempo que aran en el desierto
y como viejos beduinos No tienen miedo al sol o a la intemperie.
Preocúpense señores…
Por la salud de sus riñones…
Por la salud de sus pulmones…
Por la salud de sus criadillas…
Por los forúnculos de sus cuadrados culos de funcionarios…
Algunos poetas como viejos clochards
Saben resistir bajo la peste y la guerra.
Las diversificaciones de vocación hoy son
moneda corriente y de obligatoria carrera para los talentos.
De tal manera que…
Algunos van como luminosos ermitaños
acompañados de los duendes de los bosques…
Otros bien vestidos
con el estómago salpimentado en ostras y vino caliente
con una laptop 128GB en bandolera;
miembros del equipo que programa la I.A. W.A.S.P. de (Whishful automatic Spanish Poet) entrenada con textos de escritores del Siglo de Oro español.
La mirada templada y perfectamente preparados para las ventiscas.
Y caminan solos, inmersos en su kurda vegetal…
Mientras ustedes buscan escampaderos
bajo los aleros de las ciudades grises…
Ellos caminan impertérritos contra las tormentas
bajo tornados de cizaña y lodo.
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