lunes, 10 de octubre de 2011

VOTA IDIOTA, VOTA IMBÉCIL





ESPERANDO A… ¿LOS BARBAROS?
ESPERANDO EL… ¿CATACLISMO?
ESPERANDO EL… ¿FIN DEL MUNDO?
ESPERANDO… ¿LAS ELECCIONES?

   ––¿Bueno y ahora qué haremos? ––….preguntó Yarek Marduk, el maestro.
   ––No lo sabemos ––. Contestaron al unisonó Bulof y katlik  sus discípulos.
Los tres miraron el cielo mortecino que descendía sobre ellos como una frazada mortuoria ––Dínoslo, tú eres el maestro––. Dijeron con cara de preocupación  Bulof y katlik
 A un costado, la playa invadía el desierto. El desierto gris aperlado amenazaba y se movía como el lomo de una gigantesca cobra de color azafrán…
   ––¿Y AHORA QUÉ HAREMOS?––. Exclamaron los tres, y miraron la costa, el límite del mar.
Una ola gigantesca avanzaba desbordada en una columna de agua temblorosa, verde y negra, que se apretaba y rugía.  Forzaba a una retirada
   ––Será mejor que vayamos hacia las montañas––. Dijo el maestro.
Comenzaron a subir apresurados por una vereda llena de fango.
Miraron las montañas pardas acribilladas de minúsculas estrellas vulcanizadas.Esqueletos de animales muertos, arboles desraizados y taludes de rocas sobre los caminos de herradura, conformaban un paisaje de excavación, una herida a cielo abierto, una arqueología de muerte. Llegaron a un terraplen y se sentaron a esperar. Al fondo, las ciudades pequeñas ardían como brazas de hogueras clausuradas.
 “¿Y ahora qué haremos?”
Luego en ese refugio insular amenazado por el cielo, por la mar, por el viento del desierto que aullaba rojo en furia.
Esperar…
No habrá refundación dijeron.
Y de repente… comenzó a temblar.
******
   En Batraxia se vive bien debajo del agua  o al menos con el agua al cuello. Los que no viven colgados de los arboles como arborícolas en busca de frutos, viven huyendo de las inundaciones.  La gente de Batraxia comienza a desarrollar branquias y aletas y en sus caras se desarrollan mutaciones. Criaturas pisciformes, salen a las calles con un aire de de miedo, sordas  y mojadas.
   Luego son formados en las colas para votar en una de las doscientos cincuenta certámenes electorales que conforman el calendario aberrado de la demono-democracia. Ya se sabe que es elecciones son amañadas. Ya se sabe que el que escruta elige. Ya se sabe de programas informáticos creados por los ingenieros del sistema, que manipulan y alteran los resultados. Ya se sabe de las mafias de políticos que presionan por  los votos y los compran. Ya se sabe de los grupos gangsteriles que pistola en mano amenazan a los batraxianos para que voten por sus líderes.
   Los que votan son marcados; los que no votan son enviados a trabajar en los socavones cerca los volcanes y nevados en donde los terremotos y los derrumbes terminan por aplastarlos. Al no tener las palancas y al no haber cargado ladrillo en una de las miles de campañas, están a la deriva y son carne de cañón, carne de explotación, carne de humillación.
   Otros  van a la minería a cielo abierto; envenenan los ríos y las quebradas y luego consumen ese bocachico; ese sábalo; ese róbalo con gramos de arsénico y metales pesados. Han prometido locomotoras de progreso. Se necesitará carbón, mucho carbón. De allí  muchos salen  a las filas de los sisben enfermos; o salen muertos y aplastados por el derrumbe de los socavones que hacen parte de una de las minerías más precarias y subdesarrolladas del mundo.  Si no tienes dinero o la pasta del salario del hambre, sales directo a la tumba;  la gente le dice a esto: seguridad social.
   A los ancianos en Batraxia los tiran a mendigar en los semáforos, y a esto se le llama subempleo; a los niños los sacan de las escuelas y los lanzan a la prostitución infantil y a esto le llaman deserción escolar. A los jóvenes los sacan de las aulas de las universidades, privatizando y haciendo onerosos sus estudios; a eso le llaman reformas educativas.
El nuevo cambio económico que empieza a cuadricular la aldea global de la economía, requiere mano de obra miserable, no profesionales.
   El lenguaje de los burócratas de Batraxia, es el lenguaje universal de la infamia. El lenguaje de la política en Batraxia es el lenguaje de la tiranía disfrazada que exhibe victorias pírricas en los salones versallescos. Las mascaras importadas de Venecia, las armas importadas desde el norte. Bailan bajo la lluvia, bajo las tormentas, marcan el ritmo con pequeños movimientos telúricos que hacen que los músicos pierdan la armonía. Danzan en las noches negras las cúpulas secretas de Batraxia mientras el fuego de los cartoneros calienta las entrañas en las ciudades del miedo. Bailan y cantan en coro de mascaradas manchadas en sangre. Ya tienen sus tratados económicos, ya tienen su amparo de guerra, lacrado y sellado bajo el imperio del norte.
   En Batraxia el pueblo sale aturdido por el ruido de las ovaciones, en busca de sus sombras, como fantasmas que buscan una tumba o el lugar de un crimen. (El pueblo bataraxiano es criminal desde que nace en la pobreza, y como a criminal se le trata con rudeza durante una parte importante de su vida). Pero no encuentra sombra, no encuentra luces, no encuentra tumbas de seres queridos y desaparecidos. Solo encuentra un gran atril, un gigantesco atril, una mole de atril desde donde le hablan los políticos. El rebaño adoctrinado por los publicistas y los del telemarketink escucha, vuelve y cree. Una luz al final de túnel. 
Le dan al pueblo batraxiano lo que más quiere es decir circo ––ya que pan no hay––. En un país de campos baldíos y cosechas perdidas. La televisión y la radio vomita mil discursos, mil arengas, mil proyectos…
   Cuando ellos dicen que quieren la inversión, quieren decir que preparan la invitación para que su cofradía universal de banqueros venga a la rapiña. Ellos quieren el poder para poder negociar con la rapiña financiera. Por eso estos últimos meses están desesperados. SIEMPRE ESTAN DESESPERADOS EN EPOCAS DE ELECCIONES. Quieren sentarse a negociar con los inversionistas. Las locomotoras aullantes destrozando las selvas hacia el pacífico, las huellas heridas a campo abierto, las medicinas y la educación…todo eso sobre la mesa. Un gran botín.
Entonces vienen los buitres al festín y el cadáver macilento de la patria se contorsiona y jadea pero no se queja….

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¿Y ahora qué Haremos?
Ingresaremos a un grupo de oración.
Ingresaremos a un partido radical.
Formaremos una facción.
Iremos a predicar con los budistas.
Nos internaremos en un falansterio.
Nos dejaremos morir de hambre  cual homeless en el nirvana.
Bonzo-ceremonia-sati.
Esperaremos a que bajen de la nave.
Esperaremos a que lancen la descarga.
Miraremos las estrellas y luego esperaremos a que el lucero de la noche brille para nosotros.
Eso haremos.
Esperaremos.
Los meteorólogos dicen que el invierno declinará.
Los biólogos dicen que llegará una nueva cepa de gripa más destructiva.
Los hackers dicen que vendrán nuevos virus.
La tormenta solar del 2012…
Dejará medio mundo sin redes, ni sistemas eléctricos.

Y de repente...
el sol se obscureció.

De todas maneras es de obligación votar.
Vota idiota. 
Vota imbécil.


O.G.R.
 DEL LIBRO INEDITO:
"24 PANFLETOS Y UN MANIFIESTO"

Diseño vectorial de:
http://insurgenciagrafica.wordpress.com/

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