martes, 5 de agosto de 2008
MIGUEL ILDEFONSO /POEMAS
Miguel Ildefonso
Uno de los poetas más complejos que se dieron cita en el pasado Festival internacional de Poesía de Medellín. Su escritura hermética, su imaginería medieval y postmoderna, aborda los metales cuchilleros de los bajos fondos, al igual que las ceremonias sinfónicas de los aquelarres urbanos, en donde toda filosofía y técnica se hunde, se desbarranca y muere. Como en la caída de la casa de Usher de Poe, sus textos nos llevan a adentrarnos en extrañas zonas de venenos ponzoñosos que ahogan la palabra y la voz. De allí no salimos indemnes, la persona o el lector que asuma la lectura de sus poemas, se encontrará con un poeta que da pocas concesiones a la anécdota; a lo sumo nos lleva narcotizados a sus territorios cabalísticos en donde se requiere de símbolos complejos, y rituales antiguos, de pieles de mujeres pálidas como lunas y empolvadas mejillas selenitas, que nos guiaran a la salida de sus laberintos.
Se de muchos que no regresaron y de otros que se perdieron adentro de sus metáforas, metálicas ánforas en donde los vinos luminosos nos dan la luz o la ceguera. Uno de los poetas más extraños y desconocidos hasta este festival y que hoy por hoy (para los que aprendimos a recorrer sus extrañas cartografías)uno de los mejores exponentes de un arte, que unas veces bordea los grados etílicos del ajenjo, y otras veces las frentes nimbadas y oxidadas en el oro quemado de los Ángeles caídos.
Nació en Lima, en 1970. Perteneció al grupo poético “Mundana Laetitia”. Ha publicado los libros de poesía: "Vestigios", "Canciones de un bar en la frontera", "Las ciudades fantasmas", "M.D.I.H.", "Heautontimoroumenos", "Los desmoronamientos sinfónicos" e "Himnos". También ha publicado el libro de relatos "El Paso". Acaba de publicar la novela “Hotel Lima”. Ha ganado muchos premios y publicado en importantes revistas de su país, y en antologías.
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Aquí una muestra de su trabajo, exclusivo para GRIFFOS DE NNEONN
1
También cuando la noche toma el cuerpo de E.
En la hora digamos esta hora
Y un lugar se abre y es por ahí pienso
Por donde está
Salgo de mí por la ventana del cuarto
Y soy yo otra vez
Av. México dentro de la noche
Algunos me dejan tomar gratis al aire puro
_ el agua la piedra el fuego _
Cuando presencio la destrucción de esta ciudad desolada
Y unas rudas manos en el teclado sin tregua
Algunos temen la destrucción de los cuerpos
Me invitan a beber el fuego dentro de la noche
(Un cuerpo respira sus palabras
Huyen como ratas por la av. Tacna sobre el Rímac
Un puente cuida su sombra ahogada
Será un bulto ensangrentado magullado que canta
Entre la turbación y el espanto
O una criatura que duerme en la puerta de un cine
A la vista de las bestias de carnes rosadas
Et erat verbum istud adsconditum ab eis
Solitario como una piedra se aduerme en una banca
No ha visto el camino rutilante que hizo con sus pies
No ha sentido el fuego de sus piernas
Ni el amor de su muerte
Es un eco infinito atrapado en una palabra
Esa brisa de los vinos cuando la noche propicia la muerte
Trop de noms pour avoir un nom)
Los treinta arcos del hotel también sirven de moradas
Pero el escarnio y la ira de la luna no sirven
Con rencor las ratas cruzan sus miradas como dardos
Sus ojos son dorados y sus cuerpos son de ébano
Con incrustaciones de uñas rosadas
Ellas me señalan a su ídolo
Y esta está allí bajo el estruendo de los automóviles
Que escapan entre las piernas del edificio
Es un ídolo de barro recostado en un diván
Bebiendo la crisálida de lágrimas extasiándose
Las ratas recogen su excremento
Y traen bálsamos de rosas y oro
Las ratas recogen su excremento
Y traen bálsamos de rosas y oro
Las ratas recogen su excremento
Y traen báLsamos de rosas y oro…
Pero esta permanece huraña entre el zumbido de las moscas
Como una niña
A medida que avanzo se vuelve de marfil
Ornada de lumbres hasta hacerse vagaroza
Mientras que las ratas sobre ella extienden las palabras
Hasta delirios horrísonos
Las calles me dicen adónde tengo que ir
2
Agitados uno al lado de otro impalpables se tragan
Se abrazan se asesinan con dulzura de labios de palo y mora
Son árboles postes cosas jadeantes torturadas se miran
Y desechan sus ojos inútiles en la estulticia
A través de los cuadros se van deteniendo las palabras
La luz roja ¿es esto una ciudad? Un cuerpo cercenado
O una espada clavada en la tierra ella el suspiro
Y su sombra parda
Se reconocen en sus cuerpos y los aman
Besos incendios borrascosos cabellos cálidos abrazos
Gritos de lucha sofocados pechos sollozantes vientres
Confusión de ira penetraciones
De cuando en cuando yacen ocultos hormigueándose
Como dos mariposas enlazadas
Poros húmedos y húmeros que revientan burbujas
Cristales casas templos números
Ella toca una lira notas elevadas humo de sacrificios
Edificios elevados
La noche es un animal de placer que cruza los puentes
Una luz pálida se convierte en agua
Y Emilio corre a beberla mientras Elisa toca las ondas
Invisibles de los satélites
Hay alguien que hurga en la basura entre flores agonizando
Hedores de cemento calles subterráneas de un país sin nombre
Frente al mundo el deseo permanece
Ella se vuelve un aire violento que se estrella en las paredes
Sus ojos ruedan en una oscura senda de papeles
Y despiadadamente la asalta el silencio
El holocausto de la soledad sin palabras
Las palabras: solo palabras: carne en el fuego de muerte
3
(la charmeuse de serpents)
La noche nos junta con desdén
Nos encontramos con las manos
Tocamos el suave fuego de los huesos
Agitamos nuestras ropas cabellos
Los recuerdos saltan a un abismo
Nos besan las palabras
Como un libro habitando la tierra
El aire crece en nuestros pechos
Creemos en lo que hacemos
Un viento cae en nuestros vellos
Levantando nuestros poros
Que no dejan de soñar
“bend beeper upon me! I am here”
Nos detenemos frente a frente
Tratando de encontrar en los ojos
Lo que el mundo ha ocultado
Nos tendemos en la exacta dimensión
Las palabras retornarán a sus voces
El retorno solo retorna como Ulises
Como el agua de los ríos
Hacemos del retorno el goce de nuestros cuerpos
El palmoteo dulce que faltaba
“subdver, do not leave me!”
Azotamos nuestros sentidos lo no creado
De nuestras espaldas la música de angustia
El rumor de lágrimas el suspiro continuo
“only joy, only anguish”
Y nos convertimos en silencio
Color de la noche en la nada
El mundo pasa a través de nosotros
“take me, save me, soothe me, o spare me!”
Digo tu nombre y tú no respondes
Porque no te oiría además
Estás en mí y yo en ti
Y nos alejamos uno del otro
Estás sola y estoy solo y no estamos solos
En el mundo nadie está más solo
Y están solos
Donde comienza la noche
4
(“los días pasan yo me quedo”)
Yo he nacido en las calles que ya no existen
Aprendí a caminar en arduas jornadas
Mientras veía que otros caían como dardos
Y hubo un tiempo detrás de todo dolor
Un mar perdido en nuestros cuerpos enlazados
No en la soledad sino en una violenta noche
Cerraré por última vez esta puerta
Y cerraré la oscuridad para nuestros cuerpos
Uniré tu cuerpo al mío
Como una avenida embriagada de genuflexiones
Y mi corazón ha de ser un hueco en el cielo de Lima
5
Espesura de cabellos de la dulce crin de los vientos
Ad portas sus espaldas delgadas y rectas
Y sus palabras frescas como fresas nocturnas
Cruel del beso como la madrugada en el espasmo
Y condenados al sueño profundo a las lágrimas
Y nunca al amor
Mojaré mis ojos lánguidos
Y mis cabellos crispados
Y caminaré toda la noche
Por estas calles lúbricas donde crece la oscuridad
Como el primer amor
No existe nada más detrás de la noche
Y es que vivo el hastío en las palabras
De una máquina ciega que bebe sangre
Vivo de aquellos que vosotros desecháis
Palabras que en las noches de alejan
Con un cruel destello flamígero
Mientras una peste enloquecida devora
El papel virgen y silencioso
Camino para hurgar en la profundidad del cuerpo
De una prostituta
Y que ello sea la constancia
De que el viento no ha borrado las palabras
6
(av.Grau)
Porque la muerte susurra en las calles
Y esta quietud brumosa exhala olores
De un recuerdo aterido
Miraré el sexo de Lima
Y la penetraré toda
En Lima una avenida abarca la noche
Solloza algo resuenan palabras
Abro los ojos y la luna ha muerto
La avenida cubre la realidad del deseo
Como una vieja demente dice:
“yo regreso del mar todas las noches
y no busco nada”
Definitivamente esto ha terminado
En silencio solo se oye el hastío de mi sueño
El niño de barro vierte su ceniza
En los ojos del pasajero ciego
Arroja cadáveres como un río metálico
Y estos cadáveres se cuelgan de las ventanas
Como péndulos aferrados a la tierra
Dije que esto ha terminado
Pero ahora no sé en realidad qué fue aquello
Si no me comieran las moscas del tedio
Y del espanto podría seguir caminando solitario
En la medianoche de la noche
Sería estoico y extraño como un relámpago
Que corta al viento a la tierra y a la noche
Pero he sido embriagado por el sudor
De una magnolia y he bebido toda la miel
Que he podido comprar o hurtar
Y he sido feliz a los ojos de los torturados
Y los proscritos y he olvidado mi edad
En alguna escalera de algún hotel de Lima
La niebla lechosa engendra ángeles
Y en medio de este tropel yo reniego
Soy uno de esos condenados a la eterna llama
Del deseo
Estoy en la caída perfecta de los péndulos
Las calles me dirán a dónde ir
Viajo en un silencio que me dice:
“Es tarde! Muere, viejo cobarde!”
EL OLVIDO DE SI MISMO
1
Un charco me refleja
ante la distancia
más parecida a cualquier deseo.
Pero de pronto
siento muy de adentro, muy vivo
todavía, la conciencia
de estar escribiendo
y de ser extraño en mí.
La avenida Emancipación viene a mi mente
porque hoy día estuve por ahí,
la avenida desierta y soleada,
ardiente en sus bordes,
frías en sus sombras,
blancas paredes que acompañan
el corazón cansado,
sí, cansado de lo mismo.
Ahora viene inmediatamente el puente Armendariz,
de noche, el Centro Cívico,
y todo se va.
Adónde me llevarán estas calles,
esta noche cuando ya no tengo deseos de estar
siguiendo a mi lágrima.
Y todo lo que amé también dejará de preguntarse
adónde, adónde, mi inconfesable amor,
te vas sin que puedas producir la sospecha
de quien te ama.
Creo entonces que la vida vida imita al arte.
2
Puedes soportar un hongo atómico,
puedes soportar la noche más oscura
y el deseo más solitario,
con paredes o calles, luces tocando
la garúa fosforescente.
No puedes soportar una ligera nube
pasando por tu ventana.
Puedes estar parado entre los puentes
que ya no soportan el tránsito,
puedes estar parado en una esquina
contemplando el viaje del avión
al no regreso,
el beso que se da el infinito
con los cables y sus líneas blancas
con toda su histeria.
No puedes soportar estar un minuto siquiera
en frente a una ligera nube
que se mira en una gota
suspendida en la hoja de la oreja de elefante
en tu jardín.
3
Hasta dónde has llegado,
y lo que pensaste es lo que suena en lo oscuro,
un ruido que es el corazón que te empujó
a caminar sin rumbo,
a dar vueltas por las inmensas fábricas
donde se despide la tristeza en la mirada,
con la misma mirada del polvo inerte de la avenida.
Un carro sepulta tu corazón,
un carro y una canción que hablan de nada,
la neblina que es una multitud,
la neblina que llora en las semillas
por la luz de las cantinas abiertas
hasta el amanecer,
la neblina que balbucea en el vidrio
de un microbús
y antes de quedarse dormida
mira un punto invisible donde muere el infinito,
la neblina que se corta las venas
y desde el puente
echa raíces en las sucias veredas,
rompe algunos huesos
de los que caen al cruzar la avenida
que no conduce a nada.
4
Quién sostiene el cielo de tu cansancio,
quién sopla el polvo
de la ventana rota, despide al pájaro
en el centro de su sombra
mezclada con la pared.
Un ojo mira el desnudo de la cama,
un cuadro parpadea
con escamas rectangulares,
elije un punto en el hermoso cuerpo
y lame su furor a la noche larga,
a la noche desequilibrada
que desconoce su barrera.
Tres larvas sostienen un círculo,
del círculo es que nace el amor
y el jadeo que produce su vuelta.
Pero en la yema dulce del universo
canta una cigarra,
susurran sus alas el seno de la oscura
muchacha de la mañana,
un sentido choca con su movimiento
y desenlaza la hipócrita unidad
de la palabra.
5
La luz muerta del bar no tiene sombra,
por eso es eterno este amor, este vacío,
el tiempo, los años.
La luz muerta de las calles es la prolongación de un corazón
que se esconde de su sombra.
Es difícil vivir bajo la noche, junto al mar,
junto a cualquier cosa: tú no sabías que el tiempo
escribía su anhelo en las cosas, y había un mundo
ciego entre los postes.
La poesía recoge a los borrachos de los bares de los puertos.
Tú, de ninguna manera, podías imaginar que el tiempo
se sentaba en la escalera, y llovía, y tú no sabías
que amabas esa lluvia que lo borraba todo,
el vacío, los años, cualquier cosa.
6
Un olvido se va con las nubes,
un triste olvido como los ojos de una muchacha
llorando en una calle,
la calle garuando en el olvido.
Otro olvido es el que tiene el perfil de los techos.
Se detenga, entonces, la turba infante para que sea fácil,
recontra fácil sujetarla de la nuca,
rebeldes con causa que fuman a oscuras
y planean un asalto.
Se ponga en un sitio visible dios que no sabe
lo que hace,
que los nudos sean desatados, que venga
el país más chico para que se coma al grande.
Todo puede ser posible para las palabras,
el poder está justo afuera.
En estas paredes
donde he visto una multitud en mí mismo,
entre el olor marchito de una cama
y un foco,
debo probar otra vez algo de muerte
con una cuchara,
un plato vacío
y el silencio que hace fría
la noche,
los zapatos,
el alma.
7
En estos días que se mezclan todos los sueños
entre el rostro tras el vidrio de un micro
y la llanta trasera de un auto
que se aleja a más velocidad,
esculpido el viento en cientos de ángeles de humo
con lágrimas que se impregnan en los pelos,
diciendo con la oscuridad de los ojos
todo un intento de quebrantar
el grito
desde la esquina donde se caen unos anteojos
hasta la inexpugnable parada de un cuculí
en el cable de teléfono,
pero si hubiese una posibilidad de retorno,
un movimiento que haga como si todo
retrocediese rápidamente
o como si lo que se presenta estuviera en dirección fija,
al centro de todos, de todo,
de mí mismo.
Ahí creo que podría ir.
8
Por el camino solo
voy arrancando la frágil quietud
del aire.
El puente bajo mis pies,
la vía de los muertos,
el ocaso
sobre los edificios desplomados.
Por el camino solo
me pregunto si existe la poesía
o si es la desintegración
de la materia
este viento que me azota.
La luz que todo lo toca
jamás ha tocado su sombra
que es el movimiento.
La noche es lo contrario
a este camino,
yo me pierdo por el camino
solo.
9
Hasta aquí he deseado,
hasta aquí me he ido matando
y sigo pensando
que la vida es una nube detenida en mi ventana
La sombra es mía,
pero la nube se va cada vez que la miro.
Podría callar en una delgada rama,
mirar desde esa altura una muchacha
cruzando la pista infinita,
las paredes que nunca acaban y donde dice fin,
por ese silencio donde se mezcla
el hueco del corazón
con el agujero de las nubes.
Cada universo señala su propia muerte,
separa su parte de vida en la meta que llaman
el salto,
el abismo,
como desde un noveno piso donde Dante
saltara para ver la Vita Nuova,
llena de ángeles,
un crepúsculo lleno de gente,
el Paraíso que revienta en el contacto
de su masa encefálica
con el infinito.
Y al fin hallar el Paraíso.
10
Me desgasto en las mañanas,
no soy como los árboles que cantan
sin molestar a nadie.
Me desgasto de aire,
de agua que se me escapa
en el viento eterno de un soplo,
sólo por eso, es decir,
por caminar por rectas veredas,
raspando con las uñas las rejas
y los años en una sombra
deslizándose en la misma pared
como un papel arrancado de algún libro
que le hubiera gustado escribir a Dios.
Porque Dios no frecuenta la tristeza
que surge en unas manos.
Me desgasto esperando en una calle con polvo
y gente, aguantando
a que se detengan como fantasmas no correspondidos
para poder moverme.
Sé que cada palabra es el infinito.
Sé que las palabras están como estrellas en una noche,
también son la luz de otros ojos,
los nuestros mirándonos en un mismo cielo,
quebrados de amor.
Provenimos de una antigua tristeza,
provenimos del canto triste
de las montañas del Perú.
Sobre edificios de gritos de alcohol,
vieja tristeza que se queda
mirando hacer el agua
de algún misterioso sueño, inexplicable, sí,
porque no tiene destino.
Las montañas, estarán
las montañas en el río,
sobre los saturados edificios ensangrentados,
flagelados, desmayados, inhabitables.
Sucede que cada vez estoy más lejos del mundo.
Me desgasto, cumplo todas las horas,
las vueltas que da el mundo.
Edificios donde camino.
Edificios que se elevan del trabajo
de los que sobreviven para morir,
aplastados por la sombra de los edificios.
En la tristeza del valle corre un río
donde ya no pienso en nada,
en la respiración de las montañas
voy subiendo tan callado como si aún oyese
las quejas de los edificios
sofocados, marginados,
censurados, reprimiéndose en nubes letales.
Ellos marchan solos al ocaso.
ellos cumplen las horas
y no desperdician ni un segundo.
Ellos son útiles, marchan solos al ocaso.
Me ahogo en los edificios,
comprende que me ahogo
en la pista que se lleva a las almas
políticas de amor,
me ahogo en el crepúsculo
que se pinta sobre el horizonte de edificios.
11
El mismo viento de noche que levanta
una hoja de periódico del suelo iluminado
por el poste de luz amarilla, es la poesía.
Un charco que me refleja ante la distancia más lejana
al deseo, es olvidarse de sí mismo,
es también entregarse como algunas estrellas
en los desiertos donde nadie las mira.
¿Qué prisa hay entonces en estas estrellas
por arrojar su luz a los ojos de quien sopla
sólo palabras sin poder opacar la luna?
El que transita por lo mojado o por la madrugada
cubriendo su pecho, calculando las esquinas,
los postes repetidos como corazones.
El que siembra sus lágrimas en todos los cuadrados de vereda
o la señal que le devuelve la neblina,
cuando se equivoca de puerta y se entra al aliento
de su propia boca.
La poesía es escribir por la gracia del paso de las nubes
en un vaho que no deja ver la calle donde nadie viene.
12
Toda palabra es una realidad.
Alta es la noche donde cae la angustia.
Ser en otro como ser en sí mismo.
En cada instante muero,
en cada instante soy otro.
La poesía se desdobla en infinitas posibilidades.
flor, semilla,
el agua por esencia transita como la memoria,
pasa por una avenida, y queda el tiempo de mi espera.
¿Pero qué palabras conforman
lo que significa un poema?
Todo tiene un punto de vista,
un punto en la vista que desaparece y aparece.
Sólo cambia la idea, lo que no existe.
El viento lanza su espina en el nervio extraviado.
Furtivos goces arrancan mis cabellos.
Así es el camino en las palabras, siempre otro lugar.
Férvidos gatos lamen mi sudor pétreo, allí.
Cuando duermo crecen raíces negras de mi cuerpo.
Sueños mullidos, lacerados por una garúa bonancible.
Noche tras noche, acuno mi desesperanza
con un siseo vil.
Blandidas las formas del deseo,
Las paredes del paraíso oscuro detienen mi aliento.
Quizás híbrida, quizá patética,
quizás inflexionada la luna me cobijará
en su habitación.
Ella mi alba, yo el arco
que dispara el mito de las palabras.
*
lunes, 4 de agosto de 2008
POEMAS DE JULIO CESAR ARCINIEGAS
Julio cesar Arciniegas es un poeta de la estirpe de Aurelio Arturo; vive alejado del mundo en su finca cafetera del Tolima, cultivando una poesía densa y compleja, en donde la naturaleza ocupa lugar primordial. Es en ese diálogo permanente entre este poeta de montaña y ribera, de hondonada y guadual, de piedra y barro, establece una comunicación con su entorno barroco y vegetal. El poeta inmerso en microcosmos de criaturas vivas que viven y mueren dentro de unas coordenadas extensas, canta a la vida y a sus manifestaciones.
Los textos de este poeta por momentos alcanzan la luminosidad dorada de las copas de los árboles en los estíos de esas hermosas tierras del centro y sur de Colombia; otras veces adquieren ese musgo verdoso de los árboles que crecen en esas vigorosas montañas. Arciniegas es un poeta culto, que ha bebido en las fuentes clásicas de la literatura universal, los ecos de los grandes autores y poetas se pueden ver reflejados en sus aquilatados versos que pule con la meticulosidad de los artesanos.
Premio Nal. De Poesía Porfirio Barba Jacob 2007. y finalista del concurso Nal. De poesía revista PROMETEO 2008.
Aquí una pequeña muestra de su trabajo.
2 POEMAS DE UN LIBRO DE HOMENAJES Y 4 POEMAS DE UN BESTIARIO:
CESAR VALLEJO
Tras el lavadero negro esta la herida de los jueves
El pobre aguacero destilando las cruces
La curva de un posible pan cosido a su sed
Siempre el hermano perdido en los maderos
El dios que amanece abriendo las alas de su salario
Acarreara tardes en la suerte tus llagas
Sabe a tempestad, a tierra sin andar
A un árbol que se aparta del camino
Donde El llevo cada palabra a las frutas amargas
A los bueyes que no saben algo terrible
Se acuerda de algún enfermo
Es muy duro cavar donde busca los otros lados del asombro
Apoyado en tus huesos logras mostrarnos el encanto.
Lo más húmedo de las orillas que no conocen la deslealtad
Solo sabes el idioma donde escribiste el cuerpo
Tus labios ataron el nombre y ahora zurce una cosecha que se ha quedado sin el beso del alba
Un aire barre sus tejados
Aun oigo su sangre comida por el frió
Y tus ojos cansados de haber sufrido tanto
“miran la novia que algún fue su madre”
VICENTE HUIDOBRO
Hay quien rebasa corrientes a una altura en que no se agotan las aviaciones ni las imágenes trazan el momento del temblor.
Con un aire lleno que cae a un astro enrodado en los huesos
Un cielo que ha comprendido sus formas
En un eterno retorno Alos limites donde esconderse en la muerte es la lengua marchitándose atando las afueras de un miedo de nocturnas procesiones
O que caigan las catástrofes de un planeta mordido por la permanencia
Donde hay nausea sideral en los habitantes de los sueños
Hay quien recrimina las congojas
La única verdad es el dolor
Las trampas lujosas para pasar las constelaciones
O los descolgados del vértigo donde combate las altas luces con cabeza de un mar sapiente
Los espacios fulminan un deseo de estos sistemas fatigados donde desnudar estrellas es oficio de poetas.
COCODRILO
Como criaturas que arrastran el agua
Estaba sin poderse mover
Con la duda de ser un monstruo
O que su sarcasmo nadara hasta la orilla de dolor
Desde el impronunciable aguacero
La pupila de crueles desgarrones
Fuera de la necesidad,
De la expansión de la ira
Afinaba la presa sucia de lodo,
Con la impresión de las heridas
Que se rescatan en oscuridad.
SERPIENTES
Repto entre estruendos y prolongados placeres del sol
Donde el mar salda las glorias de las construcciones,
Bajo sus turbadores anillos,
Recubierta por las mil efusiones del barro
Vaga encerrada en sus venenos
Abriendo la interrogación
Como la hidra “emisaria del deseo"
Cruzará el negro jarabe de las cubiertas
CANGREJO
Alejose en brazos de una oscura venganza.
En espera del momento preciso para volar
Cuando duerman las guardas de los remolinos.
Alejóse de los ojos adormecidos
Por el negro devenir
Que cubre las inmundicias,
En una noche inhumana
Retrocediendo la ira
Entre la soledad y las tinieblas.
PIOJOS
En tanto expandan los abismos,
Sorprendidos de ese sol
Que se pondrá sobre los ángeles caídos
Insensibles a las progenituras
O purismos con su sonido de apóstrofe
Justo en los a designios de ser libres
De pensar en sus fastidios
A una sangre que adoran
Donde estará asegurado su reino de suciedad.
viernes, 1 de agosto de 2008
DOMINGO DE LLUVIA Y OTROS POEMAS DE HENRY POSADA LOZADA
Escritor, poeta, ensayista y comunicador social, el poeta losada Pozada es uno de los escritores que se hizo presente en el pasado Festival Internacional de Poesía de Medellín. Aportó, ademas de su calidez humana y su estupendo humor, su ejercicio de cronista radial con una serie de entrevistas con poetas de todos los puntos cardinales de la tierra. Estos se transmitieron desde su programa "Tintos y Tintas" de la R.U.N. que se trasmite a toda Colombia en la onda 98.5 F.M.
Aquí una muestra de su poesía.
y un link a su blog.
http://escarcela.blogspot.com/
DOMINGO DE LLUVIA
Como agujas invisibles ésta lluvia
de domingo hiere mi corazón,
el ángel de la mañana hunde
su rostro, y llora en silencio.
He perdido el último tren este
domingo de lluvia, y no hay puerto
en éste pueblo, que cuelga como un
brazo cansado de la empinada cordillera;
no se escuchan aquí las marimbas de la Habana,
ni el mar juega como un niño contra el malecón;
no zarpan barcos de éste pueblo, aquí sólo naufragan las
ilusiones en los hondos despeñaderos; No se oyen arrullos negros,
ni las mujeres mueven sus caderas, al son de bongoes y clarinetes,
aquí sólo se escucha el lastimero
aullido de los perros en los lejanos
valles del desconsuelo.
Llueve, algún poeta dijo que
la lluvia fue el piano de su niñez, hermosa metáfora,
aquí todos los domingos
llueve, hoy más que nunca
el agua se empoza en el alma
y una bandada de aves huye
de ésta tierra de nadie,
donde el tedio asoma su inmundo
hocico hurgando en el pecho.
Hoy es domingo de lluvia,
un río ciego y espeso atraviesa
en silencio éste pueblo, aquí vivo hace años,
otros domingos recuerdo, había música en éste pueblo,
el ángel de la mañana abría sus alas, y “sobre los techos
se extendía un manto de sol desgranado”,
la dulce música de las cocinas, donde amorosas manos,
hacían el fuego de la vida, llenaba de voces el aire; El
tren se hundía en la cordillera con su aullido metálico,
y como una crisálida,
el domingo mostraba sus alas multicolores, embriagadoras flores
colgaban de los balcones,
el mañana era un pan recién horneado. Llegaron los heraldos negros,
y ahora los ahorcados me miran inmóviles
desde las lejanas orillas de la muerte....Y ésta lluvia de domingo
que como un cáliz amargo quema mi garganta.
MADRE
Un sanguinario Dios, quiso que fuésemos extraños, Madre,
perplejo veo cómo el transcurso inútil de los días,
levanta una pared, un inmenso iceberg, que ahoga
mi voz, impidiéndome retenerte.
Con que desesperación grito tu nombre...
pero ya no me oyes, mil paredes impiden
mirarte una vez mas, Madre hay lunas
rojas en el blanco desierto de mis noches, habito un
planeta solitario, donde como afilados cuchillos tu
recuerdo hiere mis ojos. El murmullo de tus pasos solitarios
en la casa entristece las tardes en ésta
extraña ciudad, donde inútilmente golpeo
puertas y ventanas, reclamando
lo que no se me dará jamás.
Madre, el miedo y su rostro de medusa, vigila...
La noche sigilosa lame la puerta de mí casa,
hordas de fantasmas la rodean,
el reloj, sobre la mesa inicia su lento, implacable y
desesperante aullido.
Madre, soy un niño que horrorizado mira el futuro.
Madre, las señales que me diste no existen:
del agua que dijiste calmaría mi sed, está turbia,
un extraño color hay en ella, obscuros hombres la
envenenaron; La guerra ha marchitado el trigo, y en
los campos como un mal presagio,
los perros huyen de las casas, las noches son largas y
desoladas. Aquí los cielos son de tierra, un ángel
exterminador recorre las calles, yo lo miro a través de las
hendijas de mí ventana, temeroso de su dedo señalándola.
¿Cómo me pregunto habré de multiplicar los panes
y olvidar para siempre la larga miseria de éstos años?
MERY “LA BOACHA”.
Todos me conocen como Mery “la boacha”,
por la dificultad que tengo para pronunciar
bien las palabras, las pocas que sé. . .
conozco éste barrio, sus noches donde
el viento aúlla, trayendo presagios de muerte,
he trabajado en “el arañal”, donde “la ñata”,
Mery “la gorda”, Gloria “la chimba de oro”,
bueno, en casi todas las cantinas, donde por
unos pesos, hombres de todas las pelambres
dejan esa cosa viscosa y repugnante sobre mí.
Cuando estoy triste bebo, hasta perder la
razón, y Don Anibal, para ahogar mis penas,
me complace con Jorge Negrete, “gaviota traidora”,
o con tangos de Gardel, Oscar Larroca. . .
Desde mi ventana he escuchado
el sordo rumor de la muerte, los gritos desesperados
de los condenados pidiendo clemencia: “pabuza”,
el hijo de Alba, que bañaba y peinaba cuando niño,
había sobrevivido a las balas oficiales,
en madrugadas sangrientas, cuando el duende del sueño
caía con la pesadez de un candado oxidado,
hoy yace como un perro moribundo sobre la calle
desierta; Unos gimen de rodillas, los contemplo por la hendija
y se me sobrecoge el corazón, cuando las armas vomitan
fuego sobre ellos; La otra noche en la esquina del “arañal”,
fusilaron a cinco ó seis, las Madres gritaban cubriendo
con su llanto los cuerpos, y encendiendo velas cuyas llamas
lamían el infame paredón. . . . Uno a uno, han desaparecido,
he visto sus lápidas, a una cuadra de aquí, está el cementerio
atroz coincidencia. He soñado que camino sobre sus huesos,
Sus cabellos, sus tejidos, sobre ríos de sangre. Este barrio, es
una fosa inmensa, desde donde miran los ojos de sus muertos,
yo, vivo ahora en “quebrada negra”,en compañía de mí hijo que le
dio la “polio”,y mi hija, que me ha dado tres nietos,
del barrio, sólo tengo recuerdos. . .
HERIDA 1
El rojo y alto cristal de la noche se rompió
entre sombras, gimiendo se movía, de nuevo, la violencia acechando,
sus innumerables y monstruosas cabezas reclamándome en la noche,
lamiendo mis heridas, mordiendo con indulgente prontitud, los huérfanos
costados, clavando sin piedad su afilada lengua, en el frágil corazón.
la guerra equívoca, obscena, hermana espúrea de la miseria
extendiendo sus brazos, exhalando la agria fetidez de su axila,
instaurando su largo y frío reino de molicie,
endureciendo el pan, humedeciendo con sus lenguas, el amparado
cobijo de los pobres. Atroz devastación de la guerra,
sus huestes sanguinarias erigen la ignominia, levantan el
incestuoso imperio del hambre, envenenan la leche de las Madres,
enceguecen de odio los hermanos, y como el cólera, la peste
bubónica, las pústulas venéreas, los delirios del mordido de víbora,
las heridas purulentas del leproso, siguen implacables
“los rumbos minuciosos de la muerte” . . .
¡Ay violencia que tu voz no reclame más el espeso y silencioso río de mi sangre!!!
POEMA DE LÁSTIMAS A LA MUERTE DE ANTONIO SIERRA“La vasta, populosa muerte”
J.L.Borges
I
El rojo y alto cristal de la noche se rompió
sin que lo supieras, niño sonámbulo en la
furiosa
noche de la helada ciudad.
¿Hacia donde frágil arlequín
los corceles de la noche, te llevaban?
¿En que abismos tus ojos orbe misterioso, sucumbían?
¿Qué imágenes imposibles trazo tu mano, en el brevísimo instante en que la
alta catedral
de cristal caía cercenándote?
Sobre el pavimento, en la anónima calle,
despedazadas
mariposas en tus sienes. Un río espeso y
tembloroso penetra los vagos
intersticios de la noche.
En la ventana iluminada Modigliani,
contempla la escena pavorosa.
II
Infaltable la muerte acudió a la cita
impostergable aquel sábado de junio:
fuiste en la mañana a tu taller,
era costumbre.
Contemplaste en la claridad de la mañana,
aquellos símbolos que entretejiste desde
siempre,
agregaste una línea al vasto tejido de tu vida
y pensaste en aquella espléndida frase
de Bacon:
“El pintor debe coserse la boca y expresarse
con las manos”.
Ahí en tu estudio, aquella mañana supiste
con certeza,
que aún en medio de las más penosas
dificultades,
esa trama de signos, grafías y símbolos,
que alguna vez estremeció mi entendimiento,
era lo único verdadero.
En la sucesión infinita de los días,
debiste concluir lo que alguna vez
empezaste, así me lo dijiste: “Tengo poco
tiempo”. Y reemprendías tu labor con la ferocidad del
que se le agotan los minutos.
una lenta y minuciosa lluvia cae
sobre la ciudad y moja impertinente
los caracteres de tu nombre, sobre
la blanca lápida. Las flores mustias que un
desconocido
dejó ayer, yacen olvidadas en el frío panteón
bestia moribunda de la tarde que débilmente
se queja,
cuando los hombres ausentes y vacíos,
regresan o se extravían en el oscuro
laberinto de las calles.
Bogotá, Junio 24 de 1999
miércoles, 30 de julio de 2008
ELOGIO DE UNA UTOPIA
Elogio de una utopía
A propósito del XVIII Festival internacional de poesía de Medellín
Este es el texto del escritor, poeta y ensayista colombiano José Zuleta, quien dirige la revista de literatura CLAVE.
Primer día:
En la hondonada, a la intemperie, cinco mil personas están frente a sesenta poetas de todos los lugares del mundo. Es tarde y la brisa agita los árboles. Comienza la función y los invitados leen en sus lenguas o dialectos los hallazgos, las dádivas, los otorgados milagros de la poesía.
La clamorosa multitud se estremece, algunas mujeres fugadas por unas horas de las pinturas de Botticelli vienen a traducir la poesía del mundo.
En el cielo una danza de nubes se hace agua, llueve, el auditorio no teme a la lluvia, se sienta en la lluvia, pequeñas sombrillas de colores se abren, los oyentes comparten su pequeño escampado, nadie se retira hasta que el último poeta no ha sido escuchado.
Días de semana:
en el hotel varios jóvenes envían desde la mañana hasta la noche poetas venidos desde los cinco continentes a muchos lugares de la ciudad y de la nación. Hombres construyen jardines de tinta, tulipanes hablan, mujeres resucitan a sus hijos, ciudades se crean en la voz del que camina los versos, palabras en el papel se pliegan y forman aves. La belleza bebe en la belleza, el viento ulula, un hombre bajo los árboles recuerda la arquitectura de un árbol, otros del silencio hacen su música.
Último día:
En la cima de la fiesta cinco mil personas se sientan cinco horas de la última tarde hasta que el último poeta dice su canción, no se fatigan, están seguros y felices del tesoro que llevan a casa.
José Zuleta
martes, 29 de julio de 2008
PREMIO NAL. POESÍA. REVISTA PROMETEO.2008
Poeta escritor: Fernando Rendón Meriño
Director: Festival Internacional de Poesía de Medellín.
Poetas y escritores: Horacio Benavides y Fernando Linero
Comité Editorial: Revista PROMETEO
Poetas y Escritores: de todos los países, invitados al Festival internacional de poesía de Medellín.
Compañeros y Compañeras presentes.
Señoras y Señores:
Agradezco este premio Nacional de Poesía, que honra mi ejercicio literario, y lo asumo con el blasón encendido de la libertad...
Lo dedico a la juventud colombiana, quien ha regado con su sangre, los surcos dolorosos de esta tierra. Esperando que un día, sobre esos mismos surcos, surja la cosecha de la justicia social, la dignidad y la verdadera libertad.
Estimados poetas:
Ernst Junguer en su famosa obra “LA EMBOSCADURA” expresó: "La imaginación — y con ella el canto — forman parte de la emboscadura. La emboscadura tampoco significa: o bien el viñedo o bien la nave. Significa: la viña y la nave. Es creciente el número de las personas que desean abandonar la nave y entre ellas se cuentan también mentes agudas y espíritus buenos. Pero en el fondo esto equivale a querer desembarcar en alta mar. Hacen entonces su aparición el hambre, el canibalismo y los tiburones, en suma, todos aquellos horrores que se nos han contado de la balsa de la Medusa. De ahí que en todo caso sea aconsejable permanecer a bordo y en cubierta, aunque uno mismo corra el riesgo de volar por los aires junto con la nave".
Y más adelante agrega: "El poeta ayuda al ser humano a encontrar el camino de vuelta a sí mismo".
EN TIEMPOS DE LENGUAJES agotados, en tiempos de significados trastocados sobre la plataforma de los mass media; en tiempos de escrituras bajo cero, palabras cercadas, bocas selladas. Los poetas navegamos sobre la frágil balsa del idioma, inmersa en la tormenta; tratando de rescatar un puñado de palabras primordiales.
Si como poetas habitamos el mundo del lenguaje, del sueño y las imágenes, nos es dado utilizar cualquiera de ellas, antiguas o nuevas, cercanas o lejanas, para expresar el exilio, la duda y el sueño. De una u otra manera cada metáfora llegará al poema del escritor, natural o accidentalmente, pero cargada de significado.
El idioma es la única patria del poeta, ya lo había dicho Neruda y refrendado Octavio Paz y la poesía universal es el único refugio de los poetas de este siglo; todos exiliados de una u otra forma, todos refugiados y en marcha, a la búsqueda de una playa estelar de la utopía, en donde sea posible la palabra renovada. La poesía, nuestro vehiculo y nuestro Maquís. La poesía, nuestra nave y nuestro destino libertario.
El exilio interior es un camino cruzado de idiomas y referentes ocultos; para el escritor, recorrerlo, es trazar una urdimbre de significados, que trata de hacer universales mientras busca señales dentro de las cartografías de todas las culturas. De una u otra forma habitamos linderos comunes: campos y raíces; ramas y frutos, ríos y océanos de nuestra humana condición. La poesía muchas veces surge allí, sobre la marcha, una botella al mar de los idiomas, las ideas y las imágenes. Una balsa que busca llegar a tierra sin brújula y sin estrellas.
Afortunadamente la poesía es nuestra cruz del sur en el lenguaje social y al mismo tiempo, nuestro gabinete de mago en el lenguaje interior. La poesía será por esto la literatura del próximo futuro, sus posibilidades conceptuales, estéticas, visuales, y su universalidad simbólica, la hacen adecuada ya que es un mecanismo de alta graduación evocativa, que utiliza la imagen como un fotógrafo clásico su cámara reflex, enfocando, tratando de encuadrar, midiendo velocidad, obturación y gradación del diafragma, y disparando al centro del lenguaje. Por último, trabajando en el revelado mediante una labor paciente de alquimista, en el cuarto oscuro de la soledad, donde se forjan y fijan esos textos delirantes, angustiosos, humorísticos, líricos y épicos. Esperados con paciencia y lentos tiempos de decantación, sublimación y depuración. Pero luego ella, poesía libre, es toda velocidad, belleza iluminada en lenguaje de aves que se internan sobre un bosque en llamas.
Algunos críticos han querido encasillar a la poesía y enclaustrarla, trazando fronteras virtuales a sus pagos, pero ese aire cimarrón, marinero y explorador de la poesía, la lleva a incursionar en otros medios con fuerza, de tal manera que la literatura que pase a la historia será aquella que contenga la mayor evocación poética, la mayor carga simbólica; es allí en donde el escritor del presente y del futuro se tendrá que aplicar en el trabajo con el idioma, en busca de una poesía nueva, que como los virus inocule el cuento, la novela, y todos los discursos literarios; los transforme; los haga dignos de una nueva vida.
La poesía debe crear TAZ (zonas temporalmente autónomas) para utilizar un término del poeta y norteamericano Peter Lamborn Wilson (seudónimo: Akim Bey). Zonas autónomas en el territorio del lenguaje, liberadas de los discursos de fuerza policíaca impuestos por el régimen de vigilancia, represión y control. Un lenguaje que se ha visto degradado y mancillado por la sociedad del espectáculo. Un lenguaje y una literatura que en algunos casos, ha perdido su referente humano y filosófico, y que ha convertido grandes extensiones de su cuerpo geográfico, en zonas de márketing capitalista, contaminación ambiental y alienación política. El festival internacional de poesía de Medellín, es a su manera, una zona temporalmente autónoma, y nuestra propuesta poética replicará, en canto luminoso, sobre la extensión nerviosa de la patria.
Ahora que vivimos épocas áridas para el campo del arte, que la tierra baldía o yerma de la que hablara T.S. Eliot, se extiende al centro del espíritu humano; (Un mundo en donde fluyen los desplazados bajo la sombra del exilio y se instalan en los arrabales de la muerte y de la guerra). La poesía es un grito fresco que se mantiene electrizado sobre el reino eco del mundo. Una palabra de alerta. Una voz de aliento. Una consigna fraterna.
Es nuestro deber poetas, impedir que nuestro país los frutos de la muerte y de la guerra prosperen.
Es nuestro deber poetas, cantar para poder encontrar de nuevo el espíritu generoso de la tierra y con ella buscar un camino de encuentro renovado; una corriente que nos lleve como los antiguos marineros a buscar las tierras de la fraternidad y la justicia.
Cantemos pues, aun en medio de la barbarie y el laberinto, con nuestros temores, contradicciones y dudas. Que nuestras voces doradas en un rayo de sol, convoquen y fortalezcan el aliento perdido de la tribu.
Vamos con las manos bronceadas y limpias de los pescadores, abiertas a los elementos, el rayo y la tormenta; nuestros poemas serán tan fuertes y flexibles como las maderas de los bosques y tan duros como el acero. Nuestra obra, en comunión de voces: abrirá fronteras; romperá muros de silencio; encenderá corazones.
Muchas Gracias
Omar García Ramírez
domingo, 27 de julio de 2008
FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA DE MEDELLIN. UNA CASA, UN PUERTO, UN ARBOL
El festival internacional de poesía se irguió de nuevo como un árbol centenario contra el vendaval del odio y la guerra. Resistió las tempestades de las calumnias y los señalamientos; aguantó de frente las granizadas de la lluvia acida que desde el tinglado del establecimiento se descargaban contra esa madera templada en las estaciones del trópico; de sus hojas vigorosas fueron cayendo poemas que eran leídos a su sombra por las muchachadas de estudiantes y trabajadores, secretarias y oficinistas, jóvenes y viejos; eliminó de su cuerpo las potencias minúsculas de las termitas de la maledicencia y la intriga; de su sabia laborioso brotó la luz de una resina aromática y en su tronco un atanor de poesía iluminó el entorno. Lo humanizó, le dio un poco de aire fresco a la tierra baldía del idioma.
Poetas de los cinco continentes se reunieron en ese festival para encontrar sus voces. Allí se forjó una amistad que intentará perdurar por siempre. Los hombres de la palabra, los últimos dialogantes, solo se reconocen en sus voces declamadas de viva voz frente a la muerte. Muchos de los que allí llegamos por primera vez, nos encontramos con otras voces que se acercaban desde el océano navegando sobre la balsa-Medusa de los idiomas. Creamos un argot y un esperanto, mezcla y mixturas de expresiones de todos los idiomas. Intercambiamos libros, abrazos y levantamos nuestras copas de vino en las noches, en donde la ciudad sitiada giraba hasta las sirenas eléctricas del alba. El mundo tendrá otros referentes, otras fronteras. Los poetas han llegado de nuevo a este pottlach en donde los regalos eran palabras que giraban como palomas luminosas sobre un punto de la aurora. Centellas de fuego que cruzaban los espacios de silencio. Otras obras, se decantaban como un río que iba sedimentando nuestra historia y nuestra condición, dejando viajar nuestros corazones hacia el mar de la utopía.
Un poeta- sacerdote- hermano era necesario.
Necesario en estos tiempos es el poeta Fernando Rendón, patriarca generoso de la poesía colombiana. Poetas árboles danzantes son los que se necesitan en estos tiempos de tormentas. De su guía generosa se ha trazado los derroteros de un festival que hoy por hoy se ha convertido en el más importante del mundo, en una de las ciudades más complejas y contradictorias del mundo. El poeta Rendón aúna a su valor civil, la fuerza de su obra, el peso específico de sus versos labrados en las rocas de las montañas antioqueñas y pintados con las esencias de los elementos de la cordillera. Conocerlo fue despejar dudas, salir de los comentarios malintencionados y las leyendas para entrar en el terreno de los gestos verdaderos. Un poeta de fe inquebrantable, un caballero que ha sabido resistir sin dar un paso atrás todo tipo de afrentas, y de mantener el aplomo y el nivel de su arte poética. En tiempos en donde algunas vacas sagradas se abanican en el harem del sátrapa, y uno que otro intelectualoide de utilería se maquilla en los camerinos de la farsa; en tiempos en donde algunos bienpensantes liberales tratan de mantenerse en la línea dudosa de la contención del idioma para no estropear la levita de los usurpadores; en tiempos en donde los viejos duros e iluminados marihuaneros nadaistas cedieron el paso a los señoritos light que se pavonean dentro de los escenarios de los mass media. Este poeta se levanta como un guerrero sin armas ni ejercito y de viva voz hace estallar su palabra luminosa en medio de una guerra que todo lo opaca y todo lo mancilla. Asume la labor civil del poeta frente al poder, que es la defensa de los que no tienen voz, y no se amilana y no se arruga, por que es de poetas y varones, respaldar con el gesto la idea y con la cara lavada enfrentar a la lluvia y el sol. Poeta que canta desnudo y descalzo frente a su pueblo, y que ofrece a este pueblo lo mejor de la poesía universal. como quien da una bocanada de aire fresco en la boca del moribundo; Prometeo del sur que siembra una estrella en la noche negra y densa de nuestra historia, merece todo nuestro respeto y admiración. Rendón es un poeta necesario, vital e importante, su arte es de Cuestión Radiante, y su alquímia poética transforma en lírica todo lo obsceno, lo grotesco y lo goyesco de las furias de la guerra que danzan sobre el corazón de las metrópolis colombianas. Un poeta como este, –hay que decirlo de una vez por todas–, (no por acudir a la lisonja ni a la palabra hueca) es más necesario que nunca y siempre en cualquier lugar de la historia de esta parcela del genero humano que habitamos y del cual hacemos parte, alguien que haga revivir las esperanzas en una sociedad en donde la dignidad recupere su estatuto humano, renueve el valor en la lucha por ese sueño, y mantenga la templanza en medio de la confusión; Será siempre necesario.
El Festival internacional de poesía de Medellín es tal vez el único escenario colombiano en donde el vasto territorio del lenguaje se vio inundado de un mar de poesía generosa. Medellín, un puerto bullicioso que recibía con las luces encendidas a los viajeros del mar de los idiomas; un mar que venía desde el Asia, desde America, desde África y desde Europa y que traía en sus corrientes a los viajeros y los marineros exiliados del mundo.
Ellos llegaron con una palabra, una metáfora, una oración para salvar al mundo, que de alguna forma es cada uno de nosotros,... somos todos nosotros,
y cantamos.
Y cantamos...Seguiremos cantando hasta que caigan las fronteras del silencio.
viernes, 25 de julio de 2008
EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA DE MEDELLIN Y ALGUNOS POETAS
Este es el primero de los 12 post que me propongo escribir sobre el Festival Internacional de poesía de Medellín. Los iré soltando de la misma manera en que los correos electrónicos van llegando, con esas remembranzas humanas y literarias, que de alguna manera transforman tu trabajo, lo marcan y lo hacen abordar el asunto de la poesía de una manera diferente.
El festival internacional de poesía de Medellín fue un encuentro de voces dispersas, Voces y textos que de alguna forma tendían a encontrarse en una ciudad que como un cáliz verde contuviera el vino luminosos de la poesía. Escritores de muchos países y continentes, cada uno con su propuesta personal vinieron a abrevar en esas fuentes y a escuchar a otros poetas. El descubrimiento es parte importante de este festival. Escritores que uno no conocía, pero que de alguna manera le parecían familiares. Encuentros y coincidencias en los modos, las técnicas y los temas; acercamientos a escritores maduros y con toda la experiencia del mundo, junto a jóvenes con una trayectoria importante, que te descubrían importantes territorios del lenguaje, tratados con una técnica depurada, compleja y un arte de conocimientos profundos, decantados y fraguados a fuego lento en los atanores del idioma.
Gustavo Enrique Ortiz Clavijo es un joven poeta colombiano que hizo presencia en el pasado festival internacional de la poesía de Medellín. Su humor acido y sus comentarios polémicos no pasaron inadvertidos entre los asistentes a este gran evento poético. Vinculado al área de literatura de la Universidad Nacional y con una trayectoria importante en el campo de la poesía. Nos ha dado estos tres poemas (ALGUNOS FIRMADOS CON SEUDÓNIMO) para la publicación en GRIFFOS.
LA POESIA
La poesía es una necesidad semiótica
reza el axioma en el caldero.
Será acaso, la semiótica
una necesidad poética?
quien le toca interpretar
no responde,
se hace lluvia,
antifaz quemado
o un retazo de beso.
La palabra en sus zonas eróticas
es un lapso de hilo
sobre el abismo frutal de la grafía,
lágrimas de dioses
como indicadores de escena
para ser mordidos.
La democracia del signo
es un artículo de voyerismo
que se sacia
en prácticas de doble geografía,
la mentira sobre el espacio
punteado por la verdad
de ese tiempo necesario para un poema
que no alcanza
a ser nota musical.
Rodolfo Garcia L.
LA POESIE
La poésie est une nécessité sémiotique
dite un axiome dans un chaudron.
La sémiotique serait-elle par hasard
une nécessité poétique ?
Celui qui essaie de les interpréter,
n’aura pas de réponse,
il deviendra pluie,
masque enflammé,
fragment de baiser.
Le mot dans ses zones érotiques
est un laps de fil
suspendu sur l'abîme fruitier de la graphie,
des larmes de dieux
qui indiquent
la scène où tu seras mordu.
La démocratie du signe
est un article de voyeurisme
qui se rassasie,
en pratique, d’une double géographie,
de louange mensonger
sur l'espace pointé par la vérité
du temps si nécessaire au poème
qui ne réussit pas
à devenir note de musique.
Traduit en français par Athanase Vantchev de Thracy
Paris, le 16 mai 2008
A t h a n a s e V a n t c h e v d e T h r a c y
38 Boulevard Flandrin75116 Paris
FRANCE
SESIONES DE SOUL
Me gusta callar
para que las palabras no me encuentren
y sepan el ejercicio inútil del poema.
El latigazo de una hoja seca
como una sesión de soul,
la pátina del otoño
sobre mi ojo que escribe.
El rastrillo del tiempo
celebra una febril sombra.
La cabellera llameada de la ciudad
revela el clamor jubilado de los otros,
algunos ángeles caídos,
nautas brujos aquellos,
evangelizadores apócrifos del instante.
Desde este palco panorámico,
propicio para gimnasias de difunto,
dioses y poetas,
avizoro el costillar pétreo del destino.
Las campanas de la catedral
ofician el paso de esa mujer,
blanda Atenea de piel de luna,
quien escancia gotas
de vida y de muerte
sobre la redoma de los anónimos.
La amarga certeza de la caricia
entre sus notas hechizas,
un canto sombrío,
cachorro del deseo,
cubre su despedida.
La ceremonia se abre
como una flor en llamas
gracias a esa mujer:
los cellos invocando hojarascas,
la armónica que toma el pulso
de los que nos sabemos inmortales,
la tintura viva
sobre la lente
para los funerales del beso.
La bandeja de alimentos abandonada,
el sonido apetitoso de la tristeza
sobre las amorosas frutas,
las hojas de vida,
el queso familiar,
las verduras de un pasado,
las cuentas de salud,
el café de la espera,
la salsa agridulce
que bebían mis latidos.
La locura agradable del silencio
mientras vigilo la escena,
mientras los otros silencios
musicalizan la maldita miseria
en que bailan mis soledades.
Los talones lastimados
como dos lagrimones de muerte
cierran el hambre del amanecer.
Los instrumentistas se irán sin paga.
Sesiones de soul
poemas sin retorno
restos de una fiesta.
Inventar un gesto amable
Mientras somos ausencia.
Gustavo Ortiz
Literato por absentia
lunes, 16 de junio de 2008
PALABRAS DEL DURMIENTE
POEMAS DE JORGE SCHULTZ NAVARRO
GOSPEL
a Enrique Barros Vélez
en amistad y agradecimiento,
y a George W Bush
por su extraño
parecido con el reverendo.
El reverendo Jhon Derek Scott
usaba botas tejanas
y un traje polvoriento de tres piezas.
No usaba revólver
sólo su hermosa voz digamos profunda y en picada,
pero donde había un difunto
el REVERENDO ponía una canción.
Caía en los funerales de los negros de Loussiana
y cantaba por tres dólares la noche;
el algodón entonces se volvía más blanco y triste
más sólo
cada copo en su tallo.
Al reverendo Jhon Derek Scott
lo acompañaban tres negras rollizas
cuyas dentaduras
parecían las ruedas de las embarcaciones de vapor del Misissipi.
Las negras cantaban como los ángeles,
una tenía pajaritos de miel en la GARGANTA como Whitney Houston,
otra
voz ardida como la de Gladys Night;
una suerte de tren de media noche a Georgia,
la tercera daba notas sutiles de cera y cirio
y un aroma de gladiolos silvestres
emanaba de los melones vibrantes de sus pechos
al cantar con el arco iris de su diafragma.
Cuando el reverendo y las negras cantaban
el cielo se abría por tres dólares la noche
para los desaparecidos del Misissipi;
cantaban ¡aleluya aleluya! y batían las palmas.
Era necesario el pavor y la melancolía en cada entierro
y las mazorcas asadas y sobar a las viudas a la manera del reverendo.
Cada soul era en realidad un sudario de tres dólares;
para que se abriera el cielo y llevaran en brazos a los deudos desnudos
por el aire de los algodonales.
El reverendo Jhon Derek Scott no usaba armas,
pero donde había cirios y flores
y una fotografía en blanco y negro
disparaba a diestra y siniestra
un SOUL entre bajos
y remolinos oscuros.
? O POETITA DE SCHULTZ
Soplaba el saxo
y un relámpago de notas se elevaba.
Dejaba en el aire una pregunta.
¿Una canción es un rascacielos de notas
un edificio
un puente de sonidos?
Sí
pero es amargo no tener respuestas
sólo preguntas metálicas amasadas por los dedos.
Saxo Furioso quería quedarse allí para siempre
pataleando en el piso como un hindú dentro de su túnica
emboquillados los labios
aferrado a su sonido mezcla
de oscuridad y brillo.
Soltaba notas sobre la gente que pasaba
ascendía por estas o aquellas doradas de oxigeno
de fusas estáticas y suspendidas en cerrado monologo
antiguo sin memoria.
GUESS WHO miraba la quietud de su color
se preguntaba por su mágica urdimbre gaseosa.
A veces deseaba escuchar
la guillotina que pende en cada instante se derrumbara
sobre la vida y la abriera en dos
como a esas frutas estereocósmicas
que crecían en la boca de su saxo.
Furioso oscuro como un astro
en notas de sol, de fa, de si y de corcheas
por si acaso.
Llueve sobre su calle
sobre el saxo
sobre sombras negras de paraguas
llovía y la lluvia empapaba su pregunta.
Pese a todo murmuraba.
Saxo loco no sabe ir de rodillas bajo paraguas
no decía:
sálvame virgen de los saxofones
señora de la lluvia ampárame
prefería algo más real
más inocente
ponerse los guantes con un elefante por ejemplo
y le derribara con un golpe de llanuras africanas.
Quería levantarse a cornetazos y a laúdes con la vida
que de su siesta por la correa
le sacaran de su funda
las cosas le miraran horrible y derramar sobre ellas
sus ojos de airado FONSAXO.
Le llevaran a puntapiés
antes que perecer colgado en una vitrina
mudo el corazón
salir expulsado por las puertas batientes de un salón del oeste
vociferando bilis
notas rotas por llaves y pistones
enarbolando preguntas por su campana a cada calle
a tayronas emparentándolo con flautas de millo
con maracas de semillas
de mariguanita
marca registrada.
Gritaba
¡Saxofón no se vende por nada del mundo!
¡Fon Saxo no es centauro de carga de nadie!
Bien respondía señor Saxo a cualquier llamado en una esquina;
le gritaban
¡Saxo Stradivarius!¡Stradivarius Sexus!
¡Pequeño Saxo Gran Quindo del Caribe!
y él giraba con cuerpo de metal
con nuca de émbolos y llaves en los labios
con pájaro
anidando en el Rag time
sin emprenderla contra nadie
a no ser por un par de melodías
tan MISAN- TROPICALMENTE
risotantes.
SEÑOR PESSOA:
Tengo tantas cosas qué decirle
sólo gracias.
Estrecharle con voz
voz que no sé si es de las mías
porque la escucho ronca grave
como si no la hubiera escuchado nunca
ahora que Pessoa.
Que bueno palparle con abrazo más terrestre
con brazos anónimos
cosa común peste bendita de estos tiempos
de resultar infame ir por ahí dando la mano
presentándose usted
a diestra y siniestra en oficinas
y consultorios
en embajadas y parques.
Usted bien sabe que máscaras porta el hombre
lucía muy bien la suya y nadie supo.
Es mejor que nadie sepa que se sabe
a que saben los frutos del algarrobo y el caimito.
Los poetas andan raudos por aquí
en motocicletas con dos asnos de fuerza.
Es bueno recordarle si mira el río
si existe mucho viento darle otra vuelta a la bufanda
si los calores son extremos guárdese de la sed
de no olvidar el sexo
es poco saludable desbordarse a la abstinencia
el fragante habano entre los dedos
mientras se entrevista con Kant
en su casa de los extramuros del silencio.
Es bueno que lo sepa a estas alturas.
Nunca me he cruzado en su camino
nunca escribiré para la revista Athena
jamás por lo insalubre he soltado un comentario sobre esto o aquello
jamás me tropecé con su sombra en la Rua de Emenda
para discutir sobre Wagner
sería imposible no me gusta Wagner
sin embargo suelto visos y celajes.
Me gusta la luz
trepar en bus y despierto
verme haciéndose el dormido
roncando recostado a la vecina de
silla
Hace siglos uso sólo zapatos marrones
y recuerdo
tenía un corazón y ojos claros no tan negros,
salía con mis sombras hacia mil puntos cardinales
me ponía chaquetas
y con ellas me desnudaba de frío
Cierto día salí a buscarme en las palabras
y encontré las suyas repicando por el aire
y me alegré por Caeiro
por Reis
por de Campo
por Pessoa
pero me dolió por mí profundamente
¿Conoce bien ese defectillo
que arde en el corazón de los poetas?
El deseo por escribir lo que fue cincelado
en excelsas palabrejas antes
por docto escriba
pero no lo envidio neurasténico
señor de Lusitania.
Complázcase en que anónimos le lean después de muerto
que rasquemos sus pulgas
que sin herencia palpable afirmemos frente a funcionarios de los bienestares familiares
que se es su primo algo
sobrino medio
un cuarto de hijo suyo
que de vez en cuando me exalto
en la intensidad del reality
La intensidad es extremo sereno del amor
del odio
del placer y dolor
de la violencia del horror y la belleza.
La intensidad mantiene tranquilo
trajinado por la ventisca
como himalayo
tras pestañas blanquecinas
en vertiginosa ADRENALINA por el cuerpo en cámara lenta
endurecido
anestesiado de silencio
con ojos abiertos.
Necesario hallarle donde se rompe
en el límite
donde nace la gracia de ansiedad más pura
y se siente tan bueno
y cerca y por supuesto
tan lejos de usted señor Pessoa
tan lejos y tan cerca de todos
ahora que cada cabeza se suma a muchas
hoy
cuando hay que portar un uniforme...
Notariar lo auténtico es necesario
al menos por estos días es tan difícil.
¿Es necesaria una lista?
¿Es necesario tener claro hasta que cúspide del silencio debe aspirar
cada palabra
sin caer en el abismo de su contraria?
MEJOR. Mejor.
Nada mejor ni tan terrible
nada tan malo como bueno
no es óptimo sentarse a conversar con desaparecidos
es bueno que los muertos nos digan sus palabras
a no ser en las páginas blancas de los libros
mejor esta noche
aguardar a que un ángel aparezca en oleaje de sorpresa
recomendarle esta misiva
de propina subrepticia mientras
sube chorreando
Oh plurales
algunos billetes sueltos en los bolsillos
y vientos
de sus PLUMAS.
LA POESIA TAMBIEN SE COME
El poema aún no escrito
es un tazón de donde extraigo
con palitos chinos las letras de mi sopa estética.
Si la miro detenidamente
la palabra cuelga de sus puntas como un
fideo aséptico.
Cada palabra es como una arveja.
Un mundo en la oscuridad diminuta
humeando bajo la lípida sombra de una costilla
en pesados amarillos.
La poesía despierta paladares con un bocado.
Es la REGLA.
En sabores
la palabra se rompe en su cadena en el lomo de mi lengua
y diga lo que diga
siempre me deja insatisfecho,
encalambrado,
a punto de salir
a darle otra vuelta a Colombia en canopy e indigesto,
Escribir y cocinar se parecen.
De alguna manera nativos
-olla y puño, pluma y tabla de picar verduras- de la constelación
de Géminis.
Para ojos
los dos oficios rescatan por un instante algo de la muerte.
Alguien en la floresta mató una CEBOLLA
alguien haló de la tierra por su cabellera
a una ACELGA que traía gritos en los ojos
alguien degolló un ternero en la niebla de la meseta
CUNDI-BOYACENCE
nadando en un chimichusi polinesio
EL BIG BANG NO ES COMO LO PINTAN
Mañana no hará nada.
Hastiado de revolver el agua regia de mar
en los centrífugos tubos de ensayo
-la explosión de un verso de amor iluminó mi rostro-.
Fuera de allí,
del LABORATORIO,
por fuera de lo conocido y lo controlable
ESTÁ LA SORPRESA:
A qué leyes físicas obedece un sol en una galaxia lejana
sí en ella no se han comprobado las ciencias del monorubio.
Se repliegan
los huequitos para la aguja del cinturón de Orión;
el maelstrom de un agujero negro.
Nada sé acerca de por qué EINSTEIN
gustaba ir todos los días en bicicleta
desde su casa al Instituto Newtoniano.
¿Obedece a la ley de la gravedad que quien
no coma caiga más rápido a tierra?
Nada sé de las pirañas de la constelación de Acuario.
Para leer el Big Bang y al hombre
según
se necesitan unos lentes saltimbanquis,
unos ojos de mosca
¡Oh tú, hipócrita lector, tan peyorativo!
A veces me pregunto
para qué sirven y si serán funcionales
las leyes de la física en una remota galaxia.
¡Qué me importan a mí esas galaxias!
A no ser porque se acabe el oxigeno en este planeta.
La sola idea
me hace fruncir el ceño rumiando una salida,
una vía de escape constatando previamente mis bolsillos.
Es por esto que me hago preguntas sobre cosas más sencillas
cómo para qué sirve la poesía,
más aun, cuando el poema es de amor, como este.
Por fortuna,
la incertidumbre es una virosis que se expande
como el universo;
y a que
por estos días
todo es susceptible de ser poetizado
hasta las noticias del periódico
sobre tanta vacuidad
sobre tanta ciencia
sobre tantas explosiones nucleares
sobre el protón
el neutrón
el quarz
el átomo;
tildes matemáticas
en la enigmática dermis de una ECUACIÓN lunar
física-cuantica.
JORGE SCHULTZ NAVARRO
Barranquilla 1960
"Palabras del Durmiente"
Ediciones del Circulo Invisible. 2008
Una de las voces literarias más singulares en la Colombia poética de hoy, su estatuto literario lleno de imágenes y sugerencias líricas, en donde el misterio es el sello impreso en una cartografía de paisajes nativos y exóticos donde los personajes se mueven delirando, soñando, fornicando, filosofando y dejando su huella vital mientras en el trasfondo, los cantos del gospel estallan contra cielos azules y campos de fuego. La sopa estética donde abreva este poeta, es la de los surrealistas, come el bisteck sangriento de los dadaistas, escucha la polifonía coral de cubistas y algunas veces, se da una zampada con el pastel del absurdo kafkiano servido en la mesa de Ubu pere Rey. Escritor de referencias cultas, más no culteranas, que sabe con experiencia de domador de bestias, que de lo que se trata no es de juguetear con el gran gato, o de contemplarlo bajo el balcon de las margaritas, o de verlo retozar contra los libros polvorientos del cuarto del iniciado; sino de colocarle su cascabel semantico, !Sí, de una vez por todas!.
Un gran poeta, a tener siempre en cuenta.
O.G.R.
lunes, 9 de junio de 2008
MARGUERITE DURAS ENTREVISTA FRANCIS BACON
F.B.-No dibujo. Empiezo haciendo todo tipo de manchas. Espero lo que llamo «el accidente»: la mancha desde la cual saldrá el cuadro. La mancha es el accidente. Pero si uno se para en el accidente, si uno cree que comprende el accidente, hará una vez más ilustración, pues la mancha se parece siempre a algo.
No se puede comprender el accidente. Si se pudiera comprender, se comprendería también el modo en que se va a actuar. Ahora bien, este modo en el que se va actuar, es lo imprevisto, no sé lo puede comprender jamás: It's basically the technical imagination: “la imaginación técnica”. Durante mucho tiempo, he buscado un nombre para esta forma imprevisible, con la que se va a actuar. Sólo he encontrado estas palabras: imaginación técnica.
Entienda usted, el tema es siempre el mismo. Es el cambio de la imaginación técnica lo que puede “dar la vuelta» al tema, el sistema nervioso personal.
Imagine escenas extraordinarias, esto carece de todo interés, desde el punto de vista de la pintura, esto no es imaginación. La verdadera imaginación está construida por la imaginación técnica. El resto es la imaginación imaginaria, y esto no lleva a ninguna parte.
No puedo leer a Sade por este motivo. No me asquea del todo, pero me aburre. También hay escritores mundialmente conocidos que tampoco puedo leer. Escriben cosas que son historias sensacionales, sólo esto. But they have not the technical sensation.
Es siempre por medio de los técnicos, como se encuentran las verdaderas aperturas. La imaginación técnica es el instinto que trabaja fuera de las leyes, para volver al tema sobre el sistema nervioso con la fuerza de la naturaleza.
Hay jóvenes pintores que excavan la tierra, toman la tierra y luego exponen esta tierra en una galería de pintura. Es tonto, y prueba la falta de imaginación técnica. Es interesante que tengan ganas de cambiar de tema, hasta el punto de llegar a esto: arrancar un pedazo de tierra, y ponerla sobre un pedestal. Pero, lo importante sería que la “fuerza”, con la cual arrancan la tierra, “regresara”. Que el pedazo de tierra sea arrancado, sí, pero que sea arrancado a su sistema personal y hecho con su imaginación técnica.
M.D.-La noción de progreso en la pintura, ¿es una falsa noción?
F.B.-Es una falsa noción. Tome la pintura paleolítica del norte de España - no me acuerdo del nombre de la gruta -. Ahí se encuentran, en las figuras, movimientos que nunca han sidomejor captados. El futurismo está “completamente” allí. Es la escenografía perfecta del movimiento.
M.D.-La noción de progreso personal, ¿es falsa también?
F.B.-Menos falsa. Se trabaja sobre uno mismo para obligarse a desarrollar las cosas de forma cada vez más aguda.
M.D.-¿Qué es el peligro?
F.B.-La sistematización. Y la creencia en la importancia del tema. El tema no tiene ninguna importancia. El talento puede regresar, marcharse. Las excepciones de la historia son Miguel Angel, Ticiano, Velázquez, Goya, Rembrandt: nunca regresión.
M.D.-Se progresa ¿cómo?
Work. Work makes work. ¿Está usted de acuerdo?
F.B.-No. Es necesario un punto de partida. Sin esto, es inútil trabajar.
Cuando leo ciertos libros, encuentro que escribir de un determinado modo es aún escribir menos, que no escribir en absoluto. Que leer de determinada manera es aún leer menos que no leer en absoluto, etc.
En pintura es parecido. Pero no se sabe nunca con la imaginación técnica, ésta puede dormir y un buen día despertarse. Lo principal es que esté allí.
M.D.-Volvamos a las manchas de color.
F.B.-Sí. Espero siempre que llegue una mancha sobre la cual construiré «la apariencia».
M.D.-¿Siempre son las manchas las primeras en salir?
F.B.-Casi siempre. Son “los acontecimientos que me suceden", pero que suceden merced a mí, por mi sistema nervioso que ha sido creado en el momento de mi concepción.
M.D.-La felicidad de pintar» es ¿acaso una noción tan tonta como la de «la felicidad de escribir»?
F.B.-Igual de tonta.
M.D.-¿Se siente usted en peligro de muerte cuando pinta?
F.B.-Me pongo muy nervioso. Sabe usted, Ingres lloraba durante horas antes de empezar un cuadro. Sobre todo un retrato.
M.D.-¿Goya es sobrenatural?
F.B.-Quizá no. Pero es fabuloso. Conjugó las formas con el aire. Parece que sus pinturas están hechas de la materia del aire. Es extraordinario, fabuloso. El mayor Goya, para mí, está en Castres, La Junta de Filipinas.
M.D.-¿A qué ha llegado la pintura en el mundo?
F.B.-A un momento muy malo. Debido a que el tema era tan difícil, fuimos hacia lo abstracto. Y, lógicamente, este parecía ser el medio hacia el que tenía que ir la pintura.
Pero, como en él arte abstracto se puede hacer cualquier cosa, se llega simplemente a la decoración. Entonces, parece que el tema vuelve a ser necesario, pues sólo el tema hace trabajar a todos los instintos y buscar y encontrar los medios de expresarlo, a él, el tema.
Ve usted, volvemos a la técnica.
M.D.-¿No había pintado nunca antes de los treinta años?
F.B.-No. Antes yo era un drifter, ¿cómo lo traduce usted?
M.D.-El que va a la deriva.
F.B.-Siempre miré la pintura. Y en un momento dado me dije: quizá yo mismo. Tardé quince años en llegar a algo. Empecé a hacer algo a los cuarenta y cinco años. La suerte que tuve fue no aprender nunca la pintura con profesores.
M.D.-¿La crítica respecto a su trabajo?
F.B.-Siempre estuvo contra mí. “Siempre", y “todos”. Desde hace algún tiempo los hay que dicen que soy un genio, y otras cosas así. Pero, esto no cuenta. Me habré muerto antes de saber quién soy, porque para saberlo, el tiempo tiene que pasar. Sólo con el tiempo se empieza a ver el valor.
M.D.-Con frecuencia, hemos hablado juntos del “accidente”.
F.B.-No puedo definirlo. Sólo se puede hablar “en torno”. En sus cartas, Van Gogh tampoco ha hecho otra cosa que hablar “en torno” a la pintura. Sus “toques", al final de su vida, la fuerza de sus toques no requieren ninguna explicación.
M.D.-Inténtelo, desde el exterior.
F.B.-Pues si tomáramos materia y la lanzáramos contra un muro o sobre una tela, se hallarían enseguida rasgos del personaje que quisiéramos retener. Esto se habría hecho sin voluntad. Se llegaría a un estado inmediato del personaje, y fuera de la ilustración del sujeto. Cuando los pintores que pintan un piso hacen manchas en la pared, antes de empezar su trabajo, se trata del mismo modo de conseguir un estado inmediato de la materia. Los expresionistas abstractos americanos han intentado pintar de esta manera, pero con la fuerza de la materia.
M.D.-No es suficiente. Sigue siendo decoración.
F.B.-La fuerza no debe ser, no está en la fuerza de lanzar la materia. La fuerza debe estar completamente congelada en el tema. La materia lanzada sobre el muro, sería quizás el accidente, sabe. Lo que sucede después es la imaginación técnica.
M.D.-¿Duchamp?
F.B.-Se ha cargado la pintura americana para cien años. Todo viene de él, y todos. Lo que es curioso, muy curioso, es que él hacía la pintura más estética del siglo XX. Pero su trazo era muy firme, y su inteligencia muy firme.
M.D.-¿Podemos llamar al accidente, la suerte o el azar?
F.B.-Sí, estas palabras son todas las mismas.
M.D.-¿Cuál es el momento privilegiado, cómo se define?
F.B.-Es cuando los «músculos» trabajan bien. Entonces, las manchas parecen tener más sentido, más fuerza.
M.D.-Todo es concreto.
F.B.-Todo. Yo no entiendo mis cuadros mejor que los demás. Los veo como válvulas de mi imaginación técnica en distintos niveles. No hay nadie a quién se pueda enseñar un cuadro, y que sea capaz de ver lo que hay de nuevo en este cuadro.
M.D.-Dice usted no comprender, y sus cuadros estallan de inteligencia.
F.B.-¿Es posible esto?
M.D.-Lo creo. Conocí una niña que preguntaba: ¿qué es el calor, cuando no hay nadie que tenga calor? Yo le pregunto: ¿qué es la inteligencia cuando el pensamiento está ausente de ella? ¿Qué es la inteligencia cuando nadie experimenta o nadie utiliza esta inteligencia con fines críticos, juicios, etc.? ¿No estamos muy cerca de lo que usted llama el instinto?
F.B.-Estoy de acuerdo. Quisiera hacer retratos y todas mis otras pinturas, con el mismo choque que el que usted recibe en la vida ante la «naturaleza».
M.D.-¿Y por esto, cree en este trabajo dentro de la imbecilidad?
F.B.-Absolutamente, completamente. A veces el sentido crítico aparece, el cuadro se hace visible durante un instante, luego se va.
M.D.-¿Cuándo trabaja usted?
F.B.-Por la mañana, con la luz. Por la tarde, voy a los bares o a las salas de juego. A veces, veo a amigos. Para trabajar tengo que estar completamente solo. Nadie en la casa. Mi instinto no puede trabajar si los demás están ahí - y cuando uno los ama es peor - sólo puede trabajar con la libertad.
Original: La Quinzaine littéraire (1971)
Tradução: Zona Erógena, Nº 12 (1992)
Edição Guinefort 2007
lunes, 26 de mayo de 2008
SOCIEDADES DE CONTROL
GILLES DELEUZE (París, 1925 - París, 1995)
La anarquía y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de lo Uno, sino una más extraña unidad que sólo se reclama de lo múltiple. Mil mesetas
"POSDATA SOBRE LAS SOCIEDADES DE CONTROL"
por Gilles Deleuze.
Traducción: Martín Caparrós.
I. Historia
Foucault situó las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX; estas sociedades alcanzan su apogeo a principios del XX, y proceden a la organización de los grandes espacios de encierro. El individuo no deja de pasar de un espacio cerrado a otro, cada uno con sus leyes: primero la familia, después la escuela (“acá ya no estás en tu casa”), después el cuartel (“acá ya no estás en la escuela”), después la fábrica, de tanto en tanto el hospital, y eventualmente la prisión, que es el lugar de encierro por excelencia. Es la prisión la que sirve de modelo analógico: la heroína de Europa 51 puede exclamar, cuando ve a unos obreros: “me pareció ver a unos condenados…”. Foucault analizó muy bien el proyecto ideal de los lugares de encierro, particularmente visible en la fábrica: concentrar, repartir en el espacio, ordenar en el tiempo, componer en el espacio-tiempo una fuerza productiva cuyo efecto debe ser superior a la suma de las fuerzas elementales. Pero lo que Foucault también sabía era la brevedad del modelo: sucedía a las sociedades de soberanía , cuyo objetivo y funciones eran muy otros (recaudar más que organizar la producción, decidir la muerte más que administrar la vida); la transición se hizo progresivamente, y Napoleón parecía operar la gran conversión de una sociedad a otra. Pero las disciplinas a su vez sufrirían una crisis, en beneficio de nuevas fuerzas que se irían instalando lentamente, y que se precipitarían tras la segunda guerra mundial: las sociedades disciplinarias eran lo que ya no éramos, lo que dejábamos de ser.
Estamos en una crisis generalizada de todos los lugares de encierro: prisión, hospital, fábrica, escuela, familia. La familia es un “interior” en crisis como todos los interiores, escolares, profesionales, etc. Los ministros competentes no han dejado de anunciar reformas supuestamente necesarias. Reformar la escuela, reformar la industria, el hospital, el ejército, la prisión: pero todos saben que estas instituciones están terminadas, a más o menos corto plazo. Sólo se trata de administrar su agonía y de ocupar a la gente hasta la instalación de las nuevas fuerzas que están golpeando la puerta. Son las sociedades de control las que están reemplazando a las sociedades disciplinarias.
“Control” es el nombre que Burroughs propone para designar al nuevo monstruo, y que Foucault reconocía como nuestro futuro próximo. Paul Virilio no deja de analizar las formas ultrarrápidas de control al aire libre, que reemplazan a las viejas disciplinas que operan en la duración de un sistema cerrado. No se trata de invocar las producciones farmacéuticas extraordinarias, las formaciones nucleares, las manipulaciones genéticas, aunque estén destinadas a intervenir en el nuevo proceso. No se trata de preguntar cuál régimen es más duro, o más tolerable, ya que en cada uno de ellos se enfrentan las liberaciones y las servidumbres. Por ejemplo, en la crisis del hospital como lugar de encierro, la sectorización, los hospitales de día, la atención a domicilio pudieron marcar al principio nuevas libertades, pero participan también de mecanismos de control que rivalizan con los más duros encierros. No se trata de temer o de esperar, sino de buscar nuevas armas.
II. Lógica
Los diferentes internados o espacios de encierro por los cuales pasa el individuo son variables independientes: se supone que uno empieza desde cero cada vez, y el lenguaje común de todos esos lugares existe, pero es analógico . Mientras que los diferentes aparatos de control son variaciones inseparables, que forman un sistema de geometría variable cuyo lenguaje es numérico (lo cual no necesariamente significa binario). Los encierros son moldes , módulos distintos, pero los controles son modulaciones , como un molde autodeformante que cambiaría continuamente, de un momento al otro, o como un tamiz cuya malla cambiaría de un punto al otro. Esto se ve bien en la cuestión de los salarios: la fábrica era un cuerpo que llevaba a sus fuerzas interiores a un punto de equilibrio: lo más alto posible para la producción, lo más bajo posible para los salarios; pero, en una sociedad de control, la empresa ha reemplazado a la fábrica, y la empresa es un alma, un gas. Sin duda la fábrica ya conocía el sistema de primas, pero la empresa se esfuerza más profundamente por imponer una modulación de cada salario, en estados de perpetua metastabilidad que pasan por desafíos, concursos y coloquios extremadamente cómicos. Si los juegos televisados más idiotas tienen tanto éxito es porque expresan adecuadamente la situación de empresa. La fábrica constituía a los individuos en cuerpos, por la doble ventaja del patrón que vigilaba a cada elemento en la masa, y de los sindicatos que movilizaban una masa de resistencia; pero la empresa no cesa de introducir una rivalidad inexplicable como sana emulación, excelente motivación que opone a los individuos entre ellos y atraviesa a cada uno, dividiéndolo en sí mismo. El principio modular del “salario al mérito” no ha dejado de tentar a la propia educación nacional: en efecto, así como la empresa reemplaza a la fábrica, la formación permanente tiende a reemplazar a la escuela , y la evaluación continua al examen. Lo cual constituye el medio más seguro para librar la escuela a la empresa.
En las sociedades de disciplina siempre se estaba empezando de nuevo (de la escuela al cuartel, del cuartel a la fábrica), mientras que en las sociedades de control nunca se termina nada: la empresa, la formación, el servicio son los estados metastables y coexistentes de una misma modulación, como un deformador universal. Kafka, que se instalaba ya en la bisagra entre ambos tipos de sociedad, describió en El Proceso las formas jurídicas más temibles: el sobreseimiento aparente de las sociedades disciplinarias (entre dos encierros), la moratoria ilimitada de las sociedades de control (en variación continua), son dos modos de vida jurídica muy diferentes, y si nuestro derecho está dubitativo, en su propia crisis, es porque estamos dejando uno de ellos para entrar en el otro. Las sociedades disciplinarias tienen dos polos: la firma, que indica el individuo , y el número de matrícula, que indica su posición en una masa . Porque las disciplinas nunca vieron incompatibilidad entre ambos, y porque el poder es al mismo tiempo masificador e individualizador, es decir que constituye en cuerpo a aquellos sobre los que se ejerce, y moldea la individualidad de cada miembro del cuerpo (Foucault veía el origen de esa doble preocupación en el poder pastoral del sacerdote -el rebaño y cada uno de los animales- pero el poder civil se haría, a su vez, “pastor” laico, con otros medios). En las sociedades de control, por el contrario, lo esencial no es ya una firma ni un número, sino una cifra: la cifra es una contraseñ a, mientras que las sociedades disciplinarias son reglamentadas por consignas (tanto desde el punto de vista de la integración como desde el de la resistencia). El lenguaje numérico del control está hecho de cifras, que marcan el acceso a la información, o el rechazo. Ya no nos encontramos ante el par masa-individuo. Los individuos se han convertido en “ dividuos ”, y las masas, en muestras, datos, mercados o bancos . Tal vez sea el dinero lo que mejor expresa la diferencia entre las dos sociedades, puesto que la disciplina siempre se remitió a monedas moldeadas que encerraban oro como número patrón, mientras que el control refiere a intercambios flotantes, modulaciones que hacen intervenir como cifra un porcentaje de diferentes monedas de muestra. El viejo topo monetario es el animal de los lugares de encierro, pero la serpiente es el de las sociedades de control. Hemos pasado de un animal a otro, del topo a la serpiente, en el régimen en el que vivimos, pero también en nuestra forma de vivir y en nuestras relaciones con los demás. El hombre de las disciplinas era un productor discontinuo de energía, pero el hombre del control es más bien ondulatorio, en órbita sobre un haz continuo. Por todas partes, el surf ha reemplazado a los viejos deportes .
Es fácil hacer corresponder a cada sociedad distintos tipos de máquinas, no porque las máquinas sean determinantes sino porque expresan las formas sociales capaces de crearlas y utilizarlas. Las viejas sociedades de soberanía manejaban máquinas simples, palancas, poleas, relojes; pero las sociedades disciplinarias recientes se equipaban con máquinas energéticas, con el peligro pasivo de la entropía y el peligro activo del sabotaje; las sociedades de control operan sobre máquinas de tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo peligro pasivo es el ruido y el activo la piratería o la introducción de virus. Es una evolución tecnológica pero, más profundamente aún, una mutación del capitalismo. Una mutación ya bien conocida, que puede resumirse así: el capitalismo del siglo XIX es de concentración, para la producción, y de propiedad. Erige pues la fábrica en lugar de encierro, siendo el capitalista el dueño de los medios de producción, pero también eventualmente propietario de otros lugares concebidos por analogía (la casa familiar del obrero, la escuela). En cuanto al mercado, es conquistado ya por especialización, ya por colonización, ya por baja de los costos de producción. Pero, en la situación actual, el capitalismo ya no se basa en la producción, que relega frecuentemente a la periferia del tercer mundo, incluso bajo las formas complejas del textil, la metalurgia o el petróleo. Es un capitalismo de superproducción. Ya no compra materias primas y vende productos terminados: compra productos terminados o monta piezas. Lo que quiere vender son servicios, y lo que quiere comprar son acciones. Ya no es un capitalismo para la producción, sino para el producto, es decir para la venta y para el mercado. Así, es esencialmente dispersivo, y la fábrica ha cedido su lugar a la empresa. La familia, la escuela, el ejército, la fábrica ya no son lugares analógicos distintos que convergen hacia un propietario, Estado o potencia privada, sino las figuras cifradas, deformables y transformables, de una misma empresa que sólo tiene administradores. Incluso el arte ha abandonado los lugares cerrados para entrar en los circuitos abiertos de la banca. Las conquistas de mercado se hacen por temas de control y no ya por formación de disciplina, por fijación de cotizaciones más aún que por baja de costos, por transformación del producto más que por especialización de producción. El servicio de venta se ha convertido en el centro o el “alma” de la empresa. Se nos enseña que las empresas tienen un alma, lo cual es sin duda la noticia más terrorífica del mundo. El marketing es ahora el instrumento del control social, y forma la raza impúdica de nuestros amos. El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado, mientras que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua. El hombre ya no es el hombre encerrado, sino el hombre endeudado. Es cierto que el capitalismo ha guardado como constante la extrema miseria de tres cuartas partes de la humanidad: demasiado pobres para la deuda, demasiado numerosos para el encierro: el control no sólo tendrá que enfrentarse con la disipación de las fronteras, sino también con las explosiones de villas-miseria y guetos.
III. Programa
No es necesaria la ciencia ficción para concebir un mecanismo de control que señale a cada instante la posición de un elemento en un lugar abierto, animal en una reserva, hombre en una empresa (collar electrónico). Félix Guattari imaginaba una ciudad en la que cada uno podía salir de su departamento, su calle, su barrio, gracias a su tarjeta electrónica (dividual) que abría tal o cual barrera; pero también la tarjeta podía no ser aceptada tal día, o entre determinadas horas: lo que importa no es la barrera, sino el ordenador que señala la posición de cada uno, lícita o ilícita, y opera una modulación universal.
El estudio socio-técnico de los mecanismos de control, captados en su aurora, debería ser categorial y describir lo que está instalándose en vez de los espacios de encierro disciplinarios, cuya crisis todos anuncian. Puede ser que viejos medios, tomados de las sociedades de soberanía, vuelvan a la escena, pero con las adaptaciones necesarias. Lo que importa es que estamos al principio de algo. En el régimen de prisiones : la búsqueda de penas de “sustitución”, al menos para la pequeña delincuencia, y la utilización de collares electrónicos que imponen al condenado la obligación de quedarse en su casa a determinadas horas. En el régimen de las escuelas : las formas de evaluación continua, y la acción de la formación permanente sobre la escuela, el abandono concomitante de toda investigación en la Universidad , la introducción de la “empresa” en todos los niveles de escolaridad. En el régimen de los hospitales : la nueva medicina “sin médico ni enfermo” que diferencia a los enfermos potenciales y las personas de riesgo, que no muestra, como se suele decir, un progreso hacia la individualización, sino que sustituye el cuerpo individual o numérico por la cifra de una materia “dividual” que debe ser controlada. En el régimen de la empresa : los nuevos tratamientos del dinero, los productos y los hombres, que ya no pasan por la vieja forma-fábrica. Son ejemplos bastante ligeros, pero que permitirían comprender mejor lo que se entiende por crisis de las instituciones, es decir la instalación progresiva y dispersa de un nuevo régimen de dominación. Una de las preguntas más importantes concierne a la ineptitud de los sindicatos: vinculados durante toda su historia a la lucha contra las disciplinas o en los lugares de encierro (¿podrán adaptarse o dejarán su lugar a nuevas formas de resistencia contra las sociedades de control?). ¿Podemos desde ya captar los esbozos de esas formas futuras, capaces de atacar las maravillas del marketing? Muchos jóvenes reclaman extrañamente ser “motivados”, piden más cursos, más formación permanente: a ellos corresponde descubrir para qué se los usa, como sus mayores descubrieron no sin esfuerzo la finalidad de las disciplinas. Los anillos de una serpiente son aún más complicados que los agujeros de una topera.
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