viernes, 3 de noviembre de 2023

Institute Benjamenta, de los hermanos Quay

 

Grandes escenas literarias

Walser y el regreso al Instituto Benjamenta

IÑAKI EZKERRA

No es una escena concreta o, mejor dicho, sí es una escena, pero no de la novela sino de una obrita de teatro que está dentro de la novela. En la escuela de mayordomos que describe el escritor suizo Robert Walser (1878-1956) en ‘Jakob von Gunten’ se adiestraba a los alumnos severamente para no ser nada en la vida. Dentro del estricto programa pedagógico por el que se regía esa peculiar institución, se hallaba la representación teatral de escenas humillantes que prepararan a los muchachos para el destino que les estaba exclusivamente reservado el día de mañana: ser unos ceros a la izquierda. Jakob, el protagonista y narrador, cuenta cómo interpretan comedias que siempre concluyen «con la glorificación de los que sirven con modestia». El ejemplo que pone es realmente sabroso. Un exalumno de ese instituto solicita a una señora la mano de su hija y acepta con resignación de mindundi vocacional el más rotundo no por supuesta:

La madre: «No puedo darle a mi hija por esposa. Es usted demasiado pobre».

El héroe: «La pobreza no es un vicio».

En otro momento del impagable diálogo la negativa llega al escarnio:

La madre: «Dígame, caballero, ¿dónde cursó usted sus estudios?»

El héroe: «Mi estimada señora. Soy exalumno del Instituto Benjamenta. Disculpe el orgullo con el que se lo digo».

La hija: «Ah, mamá, mire cómo se comporta. ¡Qué modales tan finos!»

La madre (con severidad): «Déjame en paz con los modales. Hace ya tiempo que a nadie le importan los modales aristocráticos. Pero usted mismo, señor, tenga la bondad de decirme, ¿qué ha aprendido en el Instituto Bagnamenta?»

El héroe: «Disculpe, pero el Instituto se llama Benjamenta, no Bagnamenta. ¿Qué he aprendido? Pues, para ser sincero, debo decir que muy poco. Pero hoy en día no tiene mayor importancia saber mucho, usted misma tendrá que admitirlo».

Tras esa brillante exposición, el solicitante recibe su merecido:

La madre: «Mi apuesto caballerito, me haría usted un favor inmenso alejándose y no volviendo nunca más por aquí».

El héroe: «¡Qué osadía, darme esas órdenes! Pues bien, sea. Me marcho, adiós».

En esta metaliteraria escena, Walser refleja con ironía la crisis de valores sociales del cambio de siglo (la novela fue publicada en 1909) que se resolvería con la Guerra del 14 y que acabaría con todo un modelo de vida, con la vieja Europa parasitaria de los rentistas ociosos y sus refinadas clases subalternas, para dar paso a la nueva Europa pragmática del comercio y la producción. Walser cuenta en esta ficción, con un humor expresionista que prefigura a Kafka, lo que contaría Thomas Mann en ‘La montaña mágica’, otra novela en la que el personaje flota en un extemporáneo sanatorio de los Alpes suizos que es otra irreal y caduca institución. ‘Jakob von Gunten’ cobra una inesperada vigencia en la actual Europa de la crisis en la que a los jóvenes les adiestramos severamente exigiéndoles mil carreras y másteres para acabar de taxistas. El Instituto Benjamenta reabre, después de un siglo, sus viejas puertas.

EDITORIALES INDEPENDIENTES

 



¿Son independientes la editoriales independientes?

¿Pagan lo justo a los autores independientes, las editoriales independientes?

Muchas de ellas, son subvencionadas por el estado con el dinero de todos; pero cumplen con sus obligaciones laborales y contractuales esas editoriales que se denominan independientes?

Un articulo interesante desde el punto de vista de un joven autor colombiano.

G.D.N.

https://www.bacanika.com/seccion-cultura/editoriales-independientes.html

jueves, 2 de noviembre de 2023

EDUCACIÓN COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD (PAULO FREIRE)

 




https://asslliuab.noblogs.org/files/2013/09/freire_educaci%C3%B3n_como_pr%C3%A1ctica_libertad.pdf_-1.pdf

EL MAESTRO IGNORANTE (JACQUES RANCIERE)

 



Una nueva educacion desde la ignorancia y el desconocimiento, hacia la libertad. Unas nuevas maneras de descubrir las potencialidades latentes en todos los seres humanos: el deseo de conocer, y aprender por nuestros propios medios. Joseph Jacotot el educador retórico frances de la epoca post-revolucionaria que crea su metodo sobre la experiencia directa; figura central de esta obra, planteaba: Educar sin emancipar, embrutece y no ayuda a la busqueda de la libertad para los individuos. Un reto dificil en epocas de controles simbólicos y estructuraciones de saberes distorsionados, destinados al dominio y alienacion de grandes sectores de la sociedad. Una grieta en las murallas del panóptico cultural, destinada a debilitar los discursos del saber y un llamado a buscar las fortalezas inherentes a esas formas de pensar y aprender en el ser humano.

G.D.N.

https://www.eafit.edu.co/centro-integridad/guias-docentes/SiteAssets/El%20Maestro%20Ignorante.pdf

LA ENSEÑANZA DEL ARTE COMO FRAUDE (LUIS CAMNITZER)

 






Un artículo clásico ya, a pesar de su cercanía temporal. El artista y pensador uruguayo, deja al descubierto una de las estructuras sociales más complejas en el campo de la educación. La academia de bellas artes; Instituto Benjamenta Walseriano barnizado de filosofía y estética. En donde se pretenden abordar complejos problemas contemporaneos para expresarlos como artilugios simbólicos destinados a un público ignorante y cada vez más apático.  
G.D.N.

https://esferapublica.org/la-ensenanza-del-arte-como-fraude/

viernes, 28 de julio de 2023

TEMPORADA DE CAZA DEL CHIMPANCÉ


 

Discurso de Evo Morales ante los Jefes de Estado de la Comunidad Europea

 



Discurso de Evo Morales ante los Jefes de Estado de la Comunidad Europea 

(14 de julio de 2013)

Sumario para contenido

Aquí pues yo, Evo Morales, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.

Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Evo Morales, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan ‘MARSHALLTESUMA”, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?

 Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado solo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.

Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.

Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica.