viernes, 27 de marzo de 2009

Cobayas, fariseos y éxtasis


ANTONIO ESCOHOTADO



La juventud tiende a ser audaz, indolente, romántica, afásica, esperanzada, perdedora, generosa y egoísta. Procede mediante ritos de pasaje, rara vez ajenos a melodrama o truculencia, y hasta hace poco carecía prácticamente por completo de capacidad adquisitiva. Ahora consigue dinero de sus familiares, añadiendo a veces un sueldo por trabajo a tiempo parcial, y aunque no puede permitirse grandes derroches tiene más de 100 viernes y sábados en las 52 semanas de cada año. Esa especie de recreo para festivos se orienta a soportar el estrés de los otros días, donde el adolescente ha de comunicarse con sus iguales en voz baja, con el secretismo de quien propone o recibe ofertas disparatadas pero oportunas para paliar la insípida cotidianidad. Vale para él casi cualquier plan ya es un planazo ver si de verdad abrieron cierto sitio muy enrollado , mientras mitigue la languidez del aburrimiento.

No se aburren los hijos de campesino, desde luego, que pronto van asumiendo responsabilidades ligadas a una supervivencia de la familia, y juegan largamente con una llanta de bicicleta y un palo, o algo más tarde cazando y triscando. Sin embargo, también ellos tienden a emigrar como hicieran tantos parientes, movidos por la sensación de que allí se condenarían a elegir menos en general, traicionando de ese modo su libertad. Y el mismo adolescente que se divertía guiando una llanta de bicicleta aprende a aburrirse tras aterrizar en alguna urbe. El antídoto común es una escapada hacia la marcha, que a fuerza de ser periódica y rascar a fondo su bolsillo ofrece empleo a incontables personas y empresas en todo lugar algo próspero del globo.

Justamente porque la juventud tiene dinero como nunca, y es insensata como siempre, preservarla de excesos con la ebriedad no se logrará con infundios, atropellos y omisiones. El gerente de la Agencia Antidroga, pongamos por caso, declaró días atrás a este periódico que «el éxtasis genera abstinencia como las otras drogas», y convendrá que describa el síndrome abstinencial de dicha substancia, el de LSD o el de hongos psilocibios; si lo consigue pasará a los anales de la farmacología científica. A los padres de familia les interesa más bien saber qué tomaron esos chicos muertos en la rave de Málaga. La MDMA o éxtasis tiene un margen de seguridad (proporción entre dosis activa mínima y dosis mortal media) no muy inferior al de la aspirina. Pruebe alguien a tomar 10 aspirinas, y vea manera de contar sin cuitas su experiencia. Si la población está a cubierto de disparates en este terreno no es sólo porque todo el mundo se ha tomado alguna aspirina, sino porque su ingrediente esencial (ácido acetilsalicílico) se vende puro y medido escrupulosamente, atendiendo al principio de que sola dosis facit venenum. Sin meticulosidad en la composición desaparecería cualquier expectiva de empleo razonable.

Oímos entonces que la MDMA no es un medicamento sino un tóxico, cuya circulación se prohibió hace algo más de 15 años. Y bien, la declaración podría ponderarse si desde entonces a hoy sus usuarios no se hubiesen elevado a la enésima potencia, gracias a la propia substancia y a stocks en todo el planeta. Quienes atribuyen las sobredosis a MDMA «purísimo» omiten, además, información valiosa para el público general y para los propios adolescentes.Por ejemplo, que esta substancia fue usada pura por psicólogos, psiquiatras y curiosos durante más de una década sin producir una sola intoxicación; que la OMS dudó mucho a la hora de admitir o negar su «utilidad terapéutica» (véase ONU, Informe del Comité de Expertos, 22 26 de abril de 1985); que la policía inglesa el país más adepto del mundo a la MDMA viene sugiriendo regularizar su consumo, y que nuestra Audiencia Nacional la consideró droga «blanda» tras sopesar el informe pericial de Alexander Shulgin, descubridor de esta sustancia y miles de otras análogas. El Tribunal Supremo casó dicha sentencia para que no se convirtiese en doctrina legal, pero sin mejores razones que cumplir compromisos internacionales, instados en este caso como en el de las demás drogas hoy perseguidas por el gendarme norteamericano.

Veamos si la autopsia de los jóvenes fallecidos en Málaga despeja incógnitas sobre calidades y cantidades. Quienes prueban MDMA no siendo ya jóvenes quedan estupefactos al ver que entre adolescentes ayuda a provocar un frenesí de derviche danzante o ministro de alguna ceremonía vudú, con atronadores altavoces que impiden hablar a otro y oírle, cuando el efecto primario de este fármaco es aumentar la capacidad de empatía, abriendo lo que muchos psicoterapeutas llaman las puertas del corazón. ¿Será que no aprovechan la pastilla para hablar sentidamente porque toman demasiadas, hasta convertirse en un manojo de nervios? ¿Cuántos de promedio toman media o una pastilla? ¿Pudiera haber algún tipo de aprendizaje crucial a través de la danza? ¿Ha estudiado la Agencia Antidroga alguno de estos extremos?

Sus motivos tendrán nuestros hijos para elegir empleo del tiempo libre, y en esta materia nos harán un caso parecido al que hicimos nosotros a los nuestros siendo adolescentes. De ahí que convenga ceñirse a lo básico: todo uso de una substancia psicoactiva es un ejercicio de masoquismo si falta amor propio y conocimiento.Con amor propio y conocimiento tendremos el programa clásico de la sobria ebrietas, un ejercicio de prudente hedonismo en vez de imprudente autodesprecio. Lo pésimo del caso actual es que a la tesitura ética se añaden burdas incertidumbres y engaños.La metanfetamina o speed, por ejemplo, es 10 veces más activa y tóxica que la MDMA (metilendioximetanfetamina) o éxtasis, y muy distinta por la experiencia inducida.

Hace tiempo me ofrecieron un comprimido de MDMA «purísimo», del que por cautela sólo tomé medio. Una hora más tarde fue evidente que era más bien puro speed, en una dosis descomunal que borró toda perspectiva de sueño durante 30 horas. Aunque queremos echarle la culpa al éxtasis, o a la metanfetamina, quien la tiene es una cadena de desinformación, que comienza con un químico improvisado en la bañera de su casa, sigue con un par de camellos analfabetos y termina en los bolsillos de un incauto como créme de la créme.

Mirando a vista de pájaro, el éxtasis ha dulcificado el clima más áspero de décadas anteriores, y es preferible que la edad del pavo ventile su deuda con la ebriedad usando un «entactógeno» o comunicador que con salvajadas como datura o beleño, excitantes cocaínicos o vehículos de retiro senil y buena muerte, como los opiáceos. Incluso es positivo que el rito de pasaje actual con la LSD, una substancia mucho más delicada de manejo, se haga pasando antes por el moderado viaje emocional del éxtasis. Puesto que el joven ha de vivir su vida, poca prudencia le inspiraremos con fábulas y alarmismos. Cuando un hijo quiere navegar o volar no abortaremos su deseo evocando naufragios y catástrofes aéreas, pero él entenderá y agradecerá que le instemos a ser un navegante o un piloto competente. Cuando nuestros jóvenes deciden hacer viajes químicos poco atenderán a profecías de instantánea degradación y muerte, pero cabe pedirles que empiecen instruyéndose con información precisa, y agradecerán el realismo.

Esta perspectiva retorna en un mundo donde el desuso ha derogado los reglamentos prohibicionistas, mientras una amplia oferta inunda cualquier rincón del horizonte y replantea qué será velar de verdad por la salud pública. Ofende cada muerto involuntario adicional, e involuntarios son todos los fulminados por algún adulterante o sucedáneo, no menos que por impurezas y mala dosificación.Imaginemos una farmacia maligna donde pedimos magnesio y nos dan cianuro, y elevemos el número de sus filiales a millones por toda la faz del planeta. ¿Estamos ante el argumento de una película sobre genocidas? No, es simplemente el fruto final del experimento prohibicionista.

Por otra parte, no somos tan incultos farmacológicamente como hace 30 o 40 años. Si en vez de demagogia buscamos soluciones graduales, con planes limitados a ciertas ciudades o partes de ellas, regalando unas drogas en programas de beneficencia, vendiendo otras en la farmacia, situando algunas en estancos y supermercados, y repartiendo un último grupo en departamentos de antropología, psicología y filosofía de la religión, abiertos siempre a cancelar o recortar los proyectos a la vista de sus resultados, y combinando todo ello con campañas de información auténtica (entendámonos: orientadas al uso y a sus albures concretos), esta postura podría ganar en España y en otros varios países de la Unión un referéndum por goleada.

Las promesas de yugular oferta y demanda esgrimidas como alternativa carecen de credibilidad. Las drogas están aquí para quedarse, queramos o no, y cada año aparecerán más. El humanista prefiere por ello que la catarata de compuestos nuevos y antiguos esté sujeta a supervisión. Sólo eso erradicaría el monopolio dispensador de redes criminales, que no lo son tanto por violar una ley injusta como por perpetrar chapuzas y estafas, repercutidas sobre nuestra juventud en forma de navajazos a su organismo. Basta de puñaladas traperas y de fingir que la ciudadanía está protegida cuando jóvenes y no jóvenes sirven de cobayas a cualquier miserable.

Antonio Escohotado es filósofo, ensayista, historiador de las drogas y Profesor de Filosofía y Metodología de la Ciencia en la UNED

ANTONIO ESCOHOTADO, LUIS EDUARDO AUTE, LUIS RACIONERO Y OTROS... SOBRE DROGAS




LOS OTROS SIETE (7) VIDEOS LOS PUEDEN DESCARGAR DESDE AQUI

http://kilometro-zero.lacoctelera.net/post/2008/06/02/sola-dosis-facit-venenum

PJ Harvey - Big Exit





Big Exit



See danger come
I want a pistol
I want a gun
I'm scared baby
I wanna run
This world's crazy
Give me the gun

Baby Baby
Ain't it true ?
I'm immortal
When I'm with you
But I want a pistol
In my hand
And I want to go to
A different land

I met a man
He told me straight
"You gotta leave
It's getting late
Too many cops
Too many guns
All trying to do something
No one else has done"

Baby Baby
Ain't it true ?
I'm immortal when I'm with you
But I want a pistol
In my hand
And I want to go to
A different land

Sometimes it rains so hard
And I feel the hurt
In my heart
Feels like the end of the world
I see the children
Sharp as knives
I see the children
Dead and alives
Beautiful people
Beautiful girls
I just feel like it's the end of the world

I walk on concrete
I walk on sand
But I can't find
A safe place to stand
I'm scared baby
I wanna run
This world's crazy
Give me the gun

Baby Baby
Ain't it true ?
I'm immortal
When I'm with you
But I want a pistol
In my hand
I want to go to
A different land

jueves, 26 de marzo de 2009

LOS CRIMENES DE ISRAEL EN LA FRANJA DE GAZA





La cámara del activista español de Free Gaza Alberto Arce fue la única cámara extranjera que consiguió filmar el ataque a Gaza en su totalidad.



Una producción de C.I. COMUNICACIÓN
DIRECCIÓN: Alberto Arce y Miguel Llorens

TÍTULO: ERASED, WIPE OFF THE MAP
PRODUCCION: C.I. COMUNICACIÓN
FORMATO: Betacam Digital
DURACION: 55´
IDIOMA: V.O. INGLÉS / ÁRABE
DIRECCION: ALBERTO ARCE - MIGUEL LLORENS
MONTAJE: OLAF GONZÁLEZ
PRODUCCION EJECUTIVA: CHRISTIAN SEBASTIÁN - JOSÉ CARLOS DÍAZ.



El 19 de diciembre de 2008, el movimiento Free Gaza zarpó desde Chipre en dirección a Palestina.
Nuestro objetivo era romper el bloqueo israelí sobre la franja de Gaza. Fuimos los últimos extranjeros que lograron entrar y quedarse en Gaza. Nos vimos envueltos en algo que nadie se esperaba....



http://vimeo.com/3470653

Más informacion y conferencia de prensa de los documentalistas en:
http://elproyectomatriz.wordpress.com/2009/03/11/erased-eliminados/

domingo, 8 de marzo de 2009

HENRY MICHAUX/ POEMAS


HENRY MICHAUX
Henri Michaux (Namur, Bélgica, 24 de mayo de 1899-París, 18 de octubre de 1984)


HE NACIDO AGUJEREADO


Sopla un viento tremendo,
No es sino un pequeño agujero en mi pecho,
pero sopla en él un viento tremendo.
Pueblecito de Quito, tú no eres para mí.
Yo necesito odio, y envidia; ésta es mi salud.
Es una gran ciudad la que necesito.
Un gran consumo de envidia.
No es sino un pequeño agujero en mi pecho,
pero sopla en él un viento tremendo,
En el agujero hay odio (siempre), espanto también e impotencia.
Hay impotencia y el viento está cargado de ella;
fuerte como los torbellinos,
rompería una aguja de acero,
y no es más que un viento sin embargo, un vacío.
¡Caiga la maldición sobre toda la tierra, sobre toda la civilización,
sobre todos los seres en la superficie de todos los planetas, a causa de este vacío!
Un señor crítico ha dicho que yo no alimentaba odio.
Este vacío, he ahí mi respuesta.
¡Qué mal se está, ay, en mi pellejo!
Siento la necesidad de llorar sobre el pan de lujo de la dominación y del amor,
sobre el pan de gloria que está afuera.
Siento la necesidad de mirar por el cuadro de la ventana,
que está vacío como yo, que no se alimenta de nada,
Dije llorar; no, es un barreno a frío, que barrena,
barrena incansablemente,
como sobre una viga de haya en la que 200 generaciones de gusanos se hubiesen
legado esta herencia; "barrena, barrena..."
Esto ocurre a la izquierda, no digo que sea el corazón,
Digo agujero, y no digo más, es rabia y contra ella no puedo,
Tengo siete u ocho sentidos. Uno de ellos: el sentido de lo que falta.
Lo toco y lo palpo como se palpa una madera,
una madera que sería más bien una gran selva de esas que ya no se ven en Europa
desde hace mucho.
Y esto es mi vida, mi vida en medio del vacío.
Si este vacío desaparece, yo me busco, enloquezco y eso es todavía peor.
Yo me he construido sobre una columna ausente.
¿Qué habría dicho el Cristo si hubiese estado hecho de este modo?
Hay algunas de estas enfermedades que, si se las cura, no le dejan nada al hombre.
Muere pronto, era demasiado tarde.
¿Puede acaso una mujer contentarse solamente con odio?
Si es así, amadme, amadme mucho y no dejéis de decírmelo,
y que alguna de vosotras me escriba.
¿Pero qué significa este ínfimo ser?
Casi no lo había advertido,
Ni dos nalgas ni un gran corazón pueden llenar mi vacío,
Ni ojos llenos de Inglaterra y de ensueños, como suele decirse.
Ni una voz cantante que dijese completivo y calor.
Los estremecimientos encuentran en mí un frío siempre alerta.
Mi vacío es un gran glotón, gran moledor, gran aniquilador.
Mi vacío es algodón y silencio,
Silencio que todo lo detiene.
Un silencio de estrellas,
Y aunque ese agujero es profundo carece totalmente de forma.
Las palabras no lo encuentran,
chapotean a su alrededor,
Siempre he admirado a esos que por creerse revolucionarios se consideraban hermanos.
Hablaban los unos de los otros con emoción; chorreaban como sopa.
Eso no es odio, amigos míos, eso es gelatina.
El odio es siempre duro,
hiere a los demás,
pero también desgarra al hombre en su interior,
continuamente.
Es el reverso del odio,
Y no hay nada que hacer. No hay nada que hacer.


MIS OCUPACIONES


Raras veces puedo ver a alguien sin abofetearlo,
Otros prefieren el monólogo interior. Yo, no. Más me gusta abofetear.
Hay gentes que se sientan frente a mí en el restaurante y no dicen nada; están allí
un buen rato porque han decidido comer.
Ahí tenéis a uno.
Yo me lo atraco, toc.
Me lo reatraco, toc.
Lo cuelgo en la percha.
Lo descuelgo.
Vuelvo a colgarlo,
Lo redescuelgo.
Lo pongo sobre la mesa, lo apilo y lo ahogo.
Lo ensucio, lo inundo.
Y vuelve a vivir.
Entonces lo enjuago, lo estiro (comienzo a enervarme, hay que terminar con él),
lo comprimo, lo aprieto, lo resumo, lo introduzco en mi vaso, arrojo ostensiblemente
el contenido por el suelo y le digo al camarero: "Tráigame un vaso más limpio".
Pero me siento mal; arreglo al punto la cuenta y me voy.


LA SIMPLICIDAD


Lo que ha faltado sobre todo hasta el presente a mi vida, ha sido simplicidad. Poco a poco comienzo cambiar.
Ahora, por ejemplo, siempre que salgo, llevo mi cama conmigo, y cuando una mujer me agrada,
la tomo y me acuesto con ella al instante.
Si sus orejas o su nariz son feas y grandes, se las quito juntamente con la ropa y las pongo
debajo de la cama. Allí las encontrará ella al partir. Sólo guardo lo que me agrada.
Si su ropa interior ganara al ser cambiada, la cambio en seguida. Ese será mi regalo.
Si entretanto veo a otra mujer más agradable que pasa, me excuso ante la primera y la
hago desaparecer inmediatamente.
Personas que me conocen sostienen que no soy capaz de hacer eso que digo; que no tengo
suficiente temperamento para ello. Yo también lo creía así, pero era porque no hacía todo
como se me antojaba.
Ahora, paso siempre muy lindas tardes. (Por la mañana trabajo.)


PERSECUCIÓN


Antes, mis enemigos tenían todavía cierto espesor, pero ahora se vuelven huidizos. Recibo un codazo (todo el santo día ando a los tumbos). Son ellos. Pero se eclipsan como por encanto.
Desde hace tres meses sufro una derrota continua;
enemigos sin rostro; raigambre, verdadera raigambre de enemigos.
Después de todo, ya dominaron mi infancia. Pero... yo me había imaginado que ahora estaría un poco más sosegado.


LA PEREZA


El alma adora nadar.
Para nadar es preciso extenderse sobre el vientre. El alma se disloca y huye. Huye nadando. (Si vuestra alma huye cuando os encontráis de pie, o sentados, o con las rodillas o los codos doblados, para cada posición corporal diferente el alma partirá con un modo de andar y una forma también diferentes; esto lo estableceré más tarde).
Se habla a menudo de volar. No es eso. Lo que hace el alma es nadar. Nada como las serpientes y las anguilas; nunca de otro modo.
Numerosas personas tienen así un alma que adora nadar. Se las denomina vulgarmente perezosas. Cuando el alma a través del vientre abandona el cuerpo para nadar, se produce una liberación tal de no sé qué; es como un abandono, como un goce, como una relajación tan íntima...
El alma va a nadar en la caja de la escalera o en la calle, según la timidez o la audacia del hombre, pues siempre guarda un hilo entre ella y él, y si este hilo se rompiese (es a menudo muy delgado aunque se precisaría una fuerza espantosa para romperlo) sería terrible para ambos (tanto para ella como para él).
Cuando se encuentra pues el alma nadando a lo lejos, gracias a este simple hilo que liga al hombre con el alma, se derraman volúmenes y volúmenes de una especie de materia espiritual, como el barro, como el mercurio o como el gas -goce sin fin.
Por eso el perezoso vuélvese cerril. No cambiará nunca. Por eso es también que la pereza es la madre de todos los vicios. ¿Hay acaso algo más egoísta que la pereza?
La pereza tiene también fundamentos que el orgullo no posee.
Pero siempre la gente se encarniza con los perezosos.
Cuando están recostados los golpean, les echan agua fría sobre la cabeza; no les queda otra cosa que apresurarse a hacer regresar su alma. Os miran entonces con esa mirada de odio tan conocida y que observamos particularmente en los niños..

MALDITO


Dentro de seis o más meses, o tal vez mañana, estaré ciego. Es mi triste, mi triste vida
que continúa.
Los que me engendraron lo pagarán, decíame antaño. Pero hasta hoy no han pagado nada todavía. Yo, sin embargo... es preciso que entregue ahora mis ojos. Su pérdida definitiva me liberará de sufrimientos atroces. Es todo cuanto puede decirse. Una mañana mis pupilas estarán llenas de pus.
Sólo habrá tiempo de intentar inútilmente algunas pruebas con el terrible nitrato de plata, y se acabará con ellos.
Hace nueve años que mi madre me decía: "Preferiría que no hubieras nacido".