lunes, 4 de agosto de 2008

POEMAS DE JULIO CESAR ARCINIEGAS




Julio cesar Arciniegas es un poeta de la estirpe de Aurelio Arturo; vive alejado del mundo en su finca cafetera del Tolima, cultivando una poesía densa y compleja, en donde la naturaleza ocupa lugar primordial. Es en ese diálogo permanente entre este poeta de montaña y ribera, de hondonada y guadual, de piedra y barro,  establece una comunicación con su entorno barroco y vegetal. El poeta inmerso en microcosmos de criaturas vivas que viven y mueren dentro de unas coordenadas extensas, canta a la vida y a sus manifestaciones.

Los textos de este poeta por momentos alcanzan la luminosidad dorada de las copas de los árboles en los estíos de esas hermosas tierras del centro y sur de Colombia; otras veces adquieren ese musgo verdoso de los árboles que crecen en esas vigorosas montañas. Arciniegas es un poeta culto, que ha bebido en las fuentes clásicas de la literatura universal, los ecos de los grandes autores y poetas se pueden ver reflejados en sus aquilatados versos que pule con la meticulosidad de los artesanos.

Premio Nal. De Poesía Porfirio Barba Jacob 2007. y finalista del concurso Nal. De poesía revista PROMETEO 2008.

Aquí una pequeña muestra de su trabajo.


2 POEMAS DE UN LIBRO DE HOMENAJES Y 4 POEMAS DE UN BESTIARIO:



CESAR VALLEJO

Tras el lavadero negro esta la herida de los jueves


El pobre aguacero destilando las cruces


La curva de un posible pan cosido a su sed


Siempre el hermano perdido en los maderos


El dios que amanece abriendo las alas de su salario


Acarreara tardes en la suerte tus llagas


Sabe a tempestad, a tierra sin andar


A un árbol que se aparta del camino


Donde El llevo cada palabra a las frutas amargas


A los bueyes que no saben algo terrible

Se acuerda de algún enfermo


Es muy duro cavar donde busca los otros lados del asombro


Apoyado en tus huesos logras mostrarnos el encanto.


Lo más húmedo de las orillas que no conocen la deslealtad


Solo sabes el idioma donde escribiste el cuerpo


Tus labios ataron el nombre y ahora zurce una cosecha que se ha quedado sin el beso del alba

Un aire barre sus tejados


Aun oigo su sangre comida por el frió


Y tus ojos cansados de haber sufrido tanto


“miran la novia que algún fue su madre”



VICENTE HUIDOBRO

Hay quien rebasa corrientes a una altura en que no se agotan las aviaciones ni las imágenes trazan el momento del temblor.


Con un aire lleno que cae a un astro enrodado en los huesos


Un cielo que ha comprendido sus formas


En un eterno retorno Alos limites donde esconderse en la muerte es la lengua marchitándose atando las afueras de un miedo de nocturnas procesiones


O que caigan las catástrofes de un planeta mordido por la permanencia


Donde hay nausea sideral en los habitantes de los sueños


Hay quien recrimina las congojas


La única verdad es el dolor


Las trampas lujosas para pasar las constelaciones


O los descolgados del vértigo donde combate las altas luces con cabeza de un mar sapiente


Los espacios fulminan un deseo de estos sistemas fatigados donde desnudar estrellas es oficio de poetas.


COCODRILO


Como criaturas que arrastran el agua

Estaba sin poderse mover

Con la duda de ser un monstruo

O que su sarcasmo nadara hasta la orilla de dolor

Desde el impronunciable aguacero

La pupila de crueles desgarrones

Fuera de la necesidad,

De la expansión de la ira

Afinaba la presa sucia de lodo,

Con la impresión de las heridas

Que se rescatan en oscuridad.




SERPIENTES


Repto entre estruendos y prolongados placeres del sol

Donde el mar salda las glorias de las construcciones,

Bajo sus turbadores anillos,

Recubierta por las mil efusiones del barro

Vaga encerrada en sus venenos

Abriendo la interrogación

Como la hidra “emisaria del deseo"

Cruzará el negro jarabe de las cubiertas


CANGREJO
Alejose en brazos de una oscura venganza.

En espera del momento preciso para volar

Cuando duerman las guardas de los remolinos.

Alejóse de los ojos adormecidos

Por el negro devenir

Que cubre las inmundicias,

En una noche inhumana

Retrocediendo la ira

Entre la soledad y las tinieblas.




PIOJOS


En tanto expandan los abismos,

Sorprendidos de ese sol

Que se pondrá sobre los ángeles caídos

Insensibles a las progenituras

O purismos con su sonido de apóstrofe

Justo en los a designios de ser libres

De pensar en sus fastidios

A una sangre que adoran

Donde estará asegurado su reino de suciedad.

viernes, 1 de agosto de 2008

DOMINGO DE LLUVIA Y OTROS POEMAS DE HENRY POSADA LOZADA



Escritor, poeta, ensayista y comunicador social, el poeta losada Pozada es uno de los escritores que se hizo presente en el pasado Festival Internacional de Poesía de Medellín. Aportó, ademas de su calidez humana y su estupendo humor, su ejercicio de cronista radial con una serie de entrevistas con poetas de todos los puntos cardinales de la tierra. Estos se transmitieron desde su programa "Tintos y Tintas" de la R.U.N. que se trasmite a toda Colombia en la onda 98.5 F.M.
Aquí una muestra de su poesía.
y un link a su blog.

http://escarcela.blogspot.com/

DOMINGO DE LLUVIA

Como agujas invisibles ésta lluvia


de domingo hiere mi corazón,


el ángel de la mañana hunde


su rostro, y llora en silencio.


He perdido el último tren este


domingo de lluvia, y no hay puerto


en éste pueblo, que cuelga como un


brazo cansado de la empinada cordillera;


no se escuchan aquí las marimbas de la Habana,


ni el mar juega como un niño contra el malecón;


no zarpan barcos de éste pueblo, aquí sólo naufragan las


ilusiones en los hondos despeñaderos; No se oyen arrullos negros,


ni las mujeres mueven sus caderas, al son de bongoes y clarinetes,


aquí sólo se escucha el lastimero


aullido de los perros en los lejanos


valles del desconsuelo.


Llueve, algún poeta dijo que


la lluvia fue el piano de su niñez, hermosa metáfora,


aquí todos los domingos


llueve, hoy más que nunca


el agua se empoza en el alma


y una bandada de aves huye


de ésta tierra de nadie,


donde el tedio asoma su inmundo


hocico hurgando en el pecho.


Hoy es domingo de lluvia,


un río ciego y espeso atraviesa


en silencio éste pueblo, aquí vivo hace años,


otros domingos recuerdo, había música en éste pueblo,


el ángel de la mañana abría sus alas, y “sobre los techos


se extendía un manto de sol desgranado”,


la dulce música de las cocinas, donde amorosas manos,


hacían el fuego de la vida, llenaba de voces el aire; El


tren se hundía en la cordillera con su aullido metálico,


y como una crisálida,


el domingo mostraba sus alas multicolores, embriagadoras flores


colgaban de los balcones,


el mañana era un pan recién horneado. Llegaron los heraldos negros,


y ahora los ahorcados me miran inmóviles


desde las lejanas orillas de la muerte....Y ésta lluvia de domingo


que como un cáliz amargo quema mi garganta.






MADRE

Un sanguinario Dios, quiso que fuésemos extraños, Madre,


perplejo veo cómo el transcurso inútil de los días,


levanta una pared, un inmenso iceberg, que ahoga


mi voz, impidiéndome retenerte.


Con que desesperación grito tu nombre...


pero ya no me oyes, mil paredes impiden


mirarte una vez mas, Madre hay lunas


rojas en el blanco desierto de mis noches, habito un


planeta solitario, donde como afilados cuchillos tu


recuerdo hiere mis ojos. El murmullo de tus pasos solitarios


en la casa entristece las tardes en ésta


extraña ciudad, donde inútilmente golpeo


puertas y ventanas, reclamando


lo que no se me dará jamás.


Madre, el miedo y su rostro de medusa, vigila...


La noche sigilosa lame la puerta de mí casa,


hordas de fantasmas la rodean,


el reloj, sobre la mesa inicia su lento, implacable y


desesperante aullido.


Madre, soy un niño que horrorizado mira el futuro.


Madre, las señales que me diste no existen:


del agua que dijiste calmaría mi sed, está turbia,


un extraño color hay en ella, obscuros hombres la


envenenaron; La guerra ha marchitado el trigo, y en


los campos como un mal presagio,


los perros huyen de las casas, las noches son largas y


desoladas. Aquí los cielos son de tierra, un ángel


exterminador recorre las calles, yo lo miro a través de las


hendijas de mí ventana, temeroso de su dedo señalándola.


¿Cómo me pregunto habré de multiplicar los panes


y olvidar para siempre la larga miseria de éstos años?






MERY “LA BOACHA”.


Todos me conocen como Mery “la boacha”,


por la dificultad que tengo para pronunciar


bien las palabras, las pocas que sé. . .


conozco éste barrio, sus noches donde


el viento aúlla, trayendo presagios de muerte,


he trabajado en “el arañal”, donde “la ñata”,


Mery “la gorda”, Gloria “la chimba de oro”,


bueno, en casi todas las cantinas, donde por


unos pesos, hombres de todas las pelambres


dejan esa cosa viscosa y repugnante sobre mí.


Cuando estoy triste bebo, hasta perder la


razón, y Don Anibal, para ahogar mis penas,


me complace con Jorge Negrete, “gaviota traidora”,


o con tangos de Gardel, Oscar Larroca. . .

Desde mi ventana he escuchado


el sordo rumor de la muerte, los gritos desesperados


de los condenados pidiendo clemencia: “pabuza”,


el hijo de Alba, que bañaba y peinaba cuando niño,


había sobrevivido a las balas oficiales,


en madrugadas sangrientas, cuando el duende del sueño


caía con la pesadez de un candado oxidado,


hoy yace como un perro moribundo sobre la calle


desierta; Unos gimen de rodillas, los contemplo por la hendija


y se me sobrecoge el corazón, cuando las armas vomitan


fuego sobre ellos; La otra noche en la esquina del “arañal”,


fusilaron a cinco ó seis, las Madres gritaban cubriendo


con su llanto los cuerpos, y encendiendo velas cuyas llamas


lamían el infame paredón. . . . Uno a uno, han desaparecido,


he visto sus lápidas, a una cuadra de aquí, está el cementerio


atroz coincidencia. He soñado que camino sobre sus huesos,


Sus cabellos, sus tejidos, sobre ríos de sangre. Este barrio, es


una fosa inmensa, desde donde miran los ojos de sus muertos,


yo, vivo ahora en “quebrada negra”,en compañía de mí hijo que le


dio la “polio”,y mi hija, que me ha dado tres nietos,


del barrio, sólo tengo recuerdos. . .
















HERIDA 1

El rojo y alto cristal de la noche se rompió


entre sombras, gimiendo se movía, de nuevo, la violencia acechando,


sus innumerables y monstruosas cabezas reclamándome en la noche,


lamiendo mis heridas, mordiendo con indulgente prontitud, los huérfanos


costados, clavando sin piedad su afilada lengua, en el frágil corazón.


la guerra equívoca, obscena, hermana espúrea de la miseria


extendiendo sus brazos, exhalando la agria fetidez de su axila,


instaurando su largo y frío reino de molicie,


endureciendo el pan, humedeciendo con sus lenguas, el amparado


cobijo de los pobres. Atroz devastación de la guerra,


sus huestes sanguinarias erigen la ignominia, levantan el


incestuoso imperio del hambre, envenenan la leche de las Madres,


enceguecen de odio los hermanos, y como el cólera, la peste


bubónica, las pústulas venéreas, los delirios del mordido de víbora,


las heridas purulentas del leproso, siguen implacables


“los rumbos minuciosos de la muerte” . . .


¡Ay violencia que tu voz no reclame más el espeso y silencioso río de mi sangre!!!





POEMA DE LÁSTIMAS A LA MUERTE DE ANTONIO SIERRA“La vasta, populosa muerte”
J.L.Borges


I

El rojo y alto cristal de la noche se rompió


sin que lo supieras, niño sonámbulo en la


furiosa


noche de la helada ciudad.


¿Hacia donde frágil arlequín


los corceles de la noche, te llevaban?


¿En que abismos tus ojos orbe misterioso, sucumbían?


¿Qué imágenes imposibles trazo tu mano, en el brevísimo instante en que la


alta catedral


de cristal caía cercenándote?


Sobre el pavimento, en la anónima calle,


despedazadas


mariposas en tus sienes. Un río espeso y


tembloroso penetra los vagos


intersticios de la noche.


En la ventana iluminada Modigliani,


contempla la escena pavorosa.


II

Infaltable la muerte acudió a la cita


impostergable aquel sábado de junio:


fuiste en la mañana a tu taller,

era costumbre.


Contemplaste en la claridad de la mañana,


aquellos símbolos que entretejiste desde


siempre,


agregaste una línea al vasto tejido de tu vida


y pensaste en aquella espléndida frase


de Bacon:


“El pintor debe coserse la boca y expresarse


con las manos”.


Ahí en tu estudio, aquella mañana supiste


con certeza,


que aún en medio de las más penosas


dificultades,


esa trama de signos, grafías y símbolos,


que alguna vez estremeció mi entendimiento,


era lo único verdadero.


En la sucesión infinita de los días,


debiste concluir lo que alguna vez


empezaste, así me lo dijiste: “Tengo poco


tiempo”. Y reemprendías tu labor con la ferocidad del


que se le agotan los minutos.


una lenta y minuciosa lluvia cae


sobre la ciudad y moja impertinente


los caracteres de tu nombre, sobre

la blanca lápida. Las flores mustias que un


desconocido


dejó ayer, yacen olvidadas en el frío panteón


bestia moribunda de la tarde que débilmente


se queja,


cuando los hombres ausentes y vacíos,


regresan o se extravían en el oscuro


laberinto de las calles.


Bogotá, Junio 24 de 1999

miércoles, 30 de julio de 2008

ELOGIO DE UNA UTOPIA


Elogio de una utopía

A propósito del XVIII Festival internacional de poesía de Medellín


Este es el texto del escritor, poeta y ensayista colombiano José Zuleta, quien dirige la revista de literatura CLAVE.


Primer día:
En la hondonada, a la intemperie, cinco mil personas están frente a sesenta poetas de todos los lugares del mundo. Es tarde y la brisa agita los árboles. Comienza la función y los invitados leen en sus lenguas o dialectos los hallazgos, las dádivas, los otorgados milagros de la poesía.

La clamorosa multitud se estremece, algunas mujeres fugadas por unas horas de las pinturas de Botticelli vienen a traducir la poesía del mundo.

En el cielo una danza de nubes se hace agua, llueve, el auditorio no teme a la lluvia, se sienta en la lluvia, pequeñas sombrillas de colores se abren, los oyentes comparten su pequeño escampado, nadie se retira hasta que el último poeta no ha sido escuchado.

Días de semana:

en el hotel varios jóvenes envían desde la mañana hasta la noche poetas venidos desde los cinco continentes a muchos lugares de la ciudad y de la nación. Hombres construyen jardines de tinta, tulipanes hablan, mujeres resucitan a sus hijos, ciudades se crean en la voz del que camina los versos, palabras en el papel se pliegan y forman aves. La belleza bebe en la belleza, el viento ulula, un hombre bajo los árboles recuerda la arquitectura de un árbol, otros del silencio hacen su música.

Último día:

En la cima de la fiesta cinco mil personas se sientan cinco horas de la última tarde hasta que el último poeta dice su canción, no se fatigan, están seguros y felices del tesoro que llevan a casa.


José Zuleta

martes, 29 de julio de 2008

PREMIO NAL. POESÍA. REVISTA PROMETEO.2008

Poeta escritor: Fernando Rendón Meriño Director: Festival Internacional de Poesía de Medellín. Poetas y escritores: Horacio Benavides y Fernando Linero Comité Editorial: Revista PROMETEO Poetas y Escritores: de todos los países, invitados al Festival internacional de poesía de Medellín. Compañeros y Compañeras presentes. Señoras y Señores: Agradezco este premio Nacional de Poesía, que honra mi ejercicio literario, y lo asumo con el blasón encendido de la libertad... Lo dedico a la juventud colombiana, quien ha regado con su sangre, los surcos dolorosos de esta tierra. Esperando que un día, sobre esos mismos surcos, surja la cosecha de la justicia social, la dignidad y la verdadera libertad. Estimados poetas: Ernst Junguer en su famosa obra “LA EMBOSCADURA” expresó: "La imaginación — y con ella el canto — forman parte de la emboscadura. La emboscadura tampoco significa: o bien el viñedo o bien la nave. Significa: la viña y la nave. Es creciente el número de las personas que desean abandonar la nave y entre ellas se cuentan también mentes agudas y espíritus buenos. Pero en el fondo esto equivale a querer desembarcar en alta mar. Hacen entonces su aparición el hambre, el canibalismo y los tiburones, en suma, todos aquellos horrores que se nos han contado de la balsa de la Medusa. De ahí que en todo caso sea aconsejable permanecer a bordo y en cubierta, aunque uno mismo corra el riesgo de volar por los aires junto con la nave". Y más adelante agrega: "El poeta ayuda al ser humano a encontrar el camino de vuelta a sí mismo". EN TIEMPOS DE LENGUAJES agotados, en tiempos de significados trastocados sobre la plataforma de los mass media; en tiempos de escrituras bajo cero, palabras cercadas, bocas selladas. Los poetas navegamos sobre la frágil balsa del idioma, inmersa en la tormenta; tratando de rescatar un puñado de palabras primordiales. Si como poetas habitamos el mundo del lenguaje, del sueño y las imágenes, nos es dado utilizar cualquiera de ellas, antiguas o nuevas, cercanas o lejanas, para expresar el exilio, la duda y el sueño. De una u otra manera cada metáfora llegará al poema del escritor, natural o accidentalmente, pero cargada de significado. El idioma es la única patria del poeta, ya lo había dicho Neruda y refrendado Octavio Paz y la poesía universal es el único refugio de los poetas de este siglo; todos exiliados de una u otra forma, todos refugiados y en marcha, a la búsqueda de una playa estelar de la utopía, en donde sea posible la palabra renovada. La poesía, nuestro vehiculo y nuestro Maquís. La poesía, nuestra nave y nuestro destino libertario. El exilio interior es un camino cruzado de idiomas y referentes ocultos; para el escritor, recorrerlo, es trazar una urdimbre de significados, que trata de hacer universales mientras busca señales dentro de las cartografías de todas las culturas. De una u otra forma habitamos linderos comunes: campos y raíces; ramas y frutos, ríos y océanos de nuestra humana condición. La poesía muchas veces surge allí, sobre la marcha, una botella al mar de los idiomas, las ideas y las imágenes. Una balsa que busca llegar a tierra sin brújula y sin estrellas. Afortunadamente la poesía es nuestra cruz del sur en el lenguaje social y al mismo tiempo, nuestro gabinete de mago en el lenguaje interior. La poesía será por esto la literatura del próximo futuro, sus posibilidades conceptuales, estéticas, visuales, y su universalidad simbólica, la hacen adecuada ya que es un mecanismo de alta graduación evocativa, que utiliza la imagen como un fotógrafo clásico su cámara reflex, enfocando, tratando de encuadrar, midiendo velocidad, obturación y gradación del diafragma, y disparando al centro del lenguaje. Por último, trabajando en el revelado mediante una labor paciente de alquimista, en el cuarto oscuro de la soledad, donde se forjan y fijan esos textos delirantes, angustiosos, humorísticos, líricos y épicos. Esperados con paciencia y lentos tiempos de decantación, sublimación y depuración. Pero luego ella, poesía libre, es toda velocidad, belleza iluminada en lenguaje de aves que se internan sobre un bosque en llamas. Algunos críticos han querido encasillar a la poesía y enclaustrarla, trazando fronteras virtuales a sus pagos, pero ese aire cimarrón, marinero y explorador de la poesía, la lleva a incursionar en otros medios con fuerza, de tal manera que la literatura que pase a la historia será aquella que contenga la mayor evocación poética, la mayor carga simbólica; es allí en donde el escritor del presente y del futuro se tendrá que aplicar en el trabajo con el idioma, en busca de una poesía nueva, que como los virus inocule el cuento, la novela, y todos los discursos literarios; los transforme; los haga dignos de una nueva vida. La poesía debe crear TAZ (zonas temporalmente autónomas) para utilizar un término del poeta y norteamericano Peter Lamborn Wilson (seudónimo: Akim Bey). Zonas autónomas en el territorio del lenguaje, liberadas de los discursos de fuerza policíaca impuestos por el régimen de vigilancia, represión y control. Un lenguaje que se ha visto degradado y mancillado por la sociedad del espectáculo. Un lenguaje y una literatura que en algunos casos, ha perdido su referente humano y filosófico, y que ha convertido grandes extensiones de su cuerpo geográfico, en zonas de márketing capitalista, contaminación ambiental y alienación política. El festival internacional de poesía de Medellín, es a su manera, una zona temporalmente autónoma, y nuestra propuesta poética replicará, en canto luminoso, sobre la extensión nerviosa de la patria. Ahora que vivimos épocas áridas para el campo del arte, que la tierra baldía o yerma de la que hablara T.S. Eliot, se extiende al centro del espíritu humano; (Un mundo en donde fluyen los desplazados bajo la sombra del exilio y se instalan en los arrabales de la muerte y de la guerra). La poesía es un grito fresco que se mantiene electrizado sobre el reino eco del mundo. Una palabra de alerta. Una voz de aliento. Una consigna fraterna. Es nuestro deber poetas, impedir que nuestro país los frutos de la muerte y de la guerra prosperen. Es nuestro deber poetas, cantar para poder encontrar de nuevo el espíritu generoso de la tierra y con ella buscar un camino de encuentro renovado; una corriente que nos lleve como los antiguos marineros a buscar las tierras de la fraternidad y la justicia. Cantemos pues, aun en medio de la barbarie y el laberinto, con nuestros temores, contradicciones y dudas. Que nuestras voces doradas en un rayo de sol, convoquen y fortalezcan el aliento perdido de la tribu. Vamos con las manos bronceadas y limpias de los pescadores, abiertas a los elementos, el rayo y la tormenta; nuestros poemas serán tan fuertes y flexibles como las maderas de los bosques y tan duros como el acero. Nuestra obra, en comunión de voces: abrirá fronteras; romperá muros de silencio; encenderá corazones. Muchas Gracias Omar García Ramírez

domingo, 27 de julio de 2008

FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA DE MEDELLIN. UNA CASA, UN PUERTO, UN ARBOL


El festival internacional de poesía se irguió de nuevo como un árbol centenario contra el vendaval del odio y la guerra. Resistió las tempestades de las calumnias y los señalamientos; aguantó de frente las granizadas de la lluvia acida que desde el tinglado del establecimiento se descargaban contra esa madera templada en las estaciones del trópico; de sus hojas vigorosas fueron cayendo poemas que eran leídos a su sombra por las muchachadas de estudiantes y trabajadores, secretarias y oficinistas, jóvenes y viejos; eliminó de su cuerpo las potencias minúsculas de las termitas de la maledicencia y la intriga; de su sabia laborioso brotó la luz de una resina aromática y en su tronco un atanor de poesía iluminó el entorno. Lo humanizó, le dio un poco de aire fresco a la tierra baldía del idioma.

Poetas de los cinco continentes se reunieron en ese festival para encontrar sus voces. Allí se forjó una amistad que intentará perdurar por siempre. Los hombres de la palabra, los últimos dialogantes, solo se reconocen en sus voces declamadas de viva voz frente a la muerte. Muchos de los que allí llegamos por primera vez, nos encontramos con otras voces que se acercaban desde el océano navegando sobre la balsa-Medusa de los idiomas. Creamos un argot y un esperanto, mezcla y mixturas de expresiones de todos los idiomas. Intercambiamos libros, abrazos y levantamos nuestras copas de vino en las noches, en donde la ciudad sitiada giraba hasta las sirenas eléctricas del alba. El mundo tendrá otros referentes, otras fronteras. Los poetas han llegado de nuevo a este pottlach en donde los regalos eran palabras que giraban como palomas luminosas sobre un punto de la aurora. Centellas de fuego que cruzaban los espacios de silencio. Otras obras, se decantaban como un río que iba sedimentando nuestra historia y nuestra condición, dejando viajar nuestros corazones hacia el mar de la utopía.

Un poeta- sacerdote- hermano era necesario.
Necesario en estos tiempos es el poeta Fernando Rendón, patriarca generoso de la poesía colombiana. Poetas árboles danzantes son los que se necesitan en estos tiempos de tormentas. De su guía generosa se ha trazado los derroteros de un festival que hoy por hoy se ha convertido en el más importante del mundo, en una de las ciudades más complejas y contradictorias del mundo. El poeta Rendón aúna a su valor civil, la fuerza de su obra, el peso específico de sus versos labrados en las rocas de las montañas antioqueñas y pintados con las esencias de los elementos de la cordillera. Conocerlo fue despejar dudas, salir de los comentarios malintencionados y las leyendas para entrar en el terreno de los gestos verdaderos. Un poeta de fe inquebrantable, un caballero que ha sabido resistir sin dar un paso atrás todo tipo de afrentas, y de mantener el aplomo y el nivel de su arte poética. En tiempos en donde algunas vacas sagradas se abanican en el harem del sátrapa, y uno que otro intelectualoide de utilería se maquilla en los camerinos de la farsa; en tiempos en donde algunos bienpensantes liberales tratan de mantenerse en la línea dudosa de la contención del idioma para no estropear la levita de los usurpadores; en tiempos en donde los viejos duros e iluminados marihuaneros nadaistas cedieron el paso a los señoritos light que se pavonean dentro de los escenarios de los mass media. Este poeta se levanta como un guerrero sin armas ni ejercito y de viva voz hace estallar su palabra luminosa en medio de una guerra que todo lo opaca y todo lo mancilla. Asume la labor civil del poeta frente al poder, que es la defensa de los que no tienen voz, y no se amilana y no se arruga, por que es de poetas y varones, respaldar con el gesto la idea y con la cara lavada enfrentar a la lluvia y el sol. Poeta que canta desnudo y descalzo frente a su pueblo, y que ofrece a este pueblo lo mejor de la poesía universal. como quien da una bocanada de aire fresco en la boca del moribundo; Prometeo del sur que siembra una estrella en la noche negra y densa de nuestra historia, merece todo nuestro respeto y admiración. Rendón es un poeta necesario, vital e importante, su arte es de Cuestión Radiante, y su alquímia poética transforma en lírica todo lo obsceno, lo grotesco y lo goyesco de las furias de la guerra que danzan sobre el corazón de las metrópolis colombianas. Un poeta como este, –hay que decirlo de una vez por todas–, (no por acudir a la lisonja ni a la palabra hueca) es más necesario que nunca y siempre en cualquier lugar de la historia de esta parcela del genero humano que habitamos y del cual hacemos parte, alguien que haga revivir las esperanzas en una sociedad en donde la dignidad recupere su estatuto humano, renueve el valor en la lucha por ese sueño, y mantenga la templanza en medio de la confusión; Será siempre necesario.

El Festival internacional de poesía de Medellín es tal vez el único escenario colombiano en donde el vasto territorio del lenguaje se vio inundado de un mar de poesía generosa. Medellín, un puerto bullicioso que recibía con las luces encendidas a los viajeros del mar de los idiomas; un mar que venía desde el Asia, desde America, desde África y desde Europa y que traía en sus corrientes a los viajeros y los marineros exiliados del mundo.

Ellos llegaron con una palabra, una metáfora, una oración para salvar al mundo, que de alguna forma es cada uno de nosotros,... somos todos nosotros,
y cantamos.
Y cantamos...Seguiremos cantando hasta que caigan las fronteras del silencio.